Rusia devuelve el golpe de las "sanciones" en su contra
En Psicología Colectiva hay un principio que establece que lo que se planifica no es siempre lo que resulta, un concepto aplicable tanto a la sociedad como a la realidad entera, como cuando las personas salen a comprar algo y llegan con otra cosa. Si extrapolamos esta noción a la guerra de Ucrania, nos daremos cuenta de que los planes de Estados Unidos y sus aliados no han salido como esperaban. ¿Por qué?
Un reporte titulado "Fracaso de las sanciones estadounidenses contra Rusia" de Oriental Review, publicado el pasado miércoles 26 de abril, ofrece un balance bastante completo sobre cómo las medidas coercitivas ilegales del bloque unipolar contra Rusia, impuestas para debilitar al país económica, militar y hasta socialmente, han tenido un efecto búmeran contra sus países, lo que expone no sólo su poca efectividad, sino también su conveniencia.
"Las sanciones contra Rusia han fracasado en Occidente y no han producido los resultados deseados para el rublo", recoge la revista digital que se especializa en Euroasia. El deseo de Occidente de quemar el rublo tuvo consecuencias desagradables y lo que hizo fue fortalecer la moneda rusa.
La presión contra el país euroasiático lo empujó a consolidar nuevos esquemas de intercambio con otros socios. Actualmente Rusia y China pueden controlar los precios del oro y el petróleo, y esto define una era.
¿Cómo los países que se plegaron a la ráfaga de "sanciones" aceleraron su propia desaparición? El rublo se fortaleció porque obligó a Moscú a vender petróleo y oro en moneda local. Una prueba de ello es que en los últimos seis meses la moneda rusa ha subido frente al dólar.
La crisis bancaria en los países occidentales también es una prueba del desplazamiento de la moneda estadounidense y la debilidad de su sistema fiduciario. "La moneda de los países occidentales no está respaldada por bienes, al mismo tiempo, el bloque euroasiático se está preparando para utilizar monedas basadas en oro, petróleo, metales y granos en el comercio", argumenta Oriental Review.
Consecuencias de las malas decisiones
Los aliados de Estados Unidos se enfrentaron al aumento de los precios de la energía y la inflación con el efecto rebote de las "sanciones" contra Moscú y el rechazo del combustible ruso. Como consecuencia directa aumentó el costo de la energía, especialmente del gas, lo que devino en una desindustrialización, que, además, influye en la tasa de desempleo.
La revista considera que las "sanciones" han resultado el mayor error de cálculo del mundo occidental en la historia moderna en tanto que no lograron asestar un golpe demoledor a la economía rusa, como se había predicho; por el contrario, son las economías de los países occidentales, especialmente las europeas, las más afectadas por sus malas decisiones.
Actualmente, mientras el crecimiento económico de los países europeos está prácticamente detenido, Rusia no solo supera las dificultades: prospera y fortalece su influencia en Asia, África y América del Sur.
Oriental Review saca de las previsiones del FMI que este año la economía rusa crecerá más rápido que las economías de Alemania y Gran Bretaña. Asimismo, recoge que el próximo año crecerá más rápido que las economías de Estados Unidos, Japón e Italia. "El crecimiento del PIB per cápita de Rusia superará al de las economías desarrolladas y también logrará la relación deuda pública/PIB más baja entre los países del G-20", señala.
Ucrania: Un pozo sin fondo
De acuerdo con el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, Estados Unidos y sus aliados han entregado un total de 120 mil millones de dólares a Ucrania en ayuda militar, humanitaria y financiera. Y han enviado tantas armas que los arsenales de muchos países de la OTAN ya están agotados, incluso algunos no pudieran defenderse si estalla una guerra convencional que los arrope.
"La tasa actual de gasto en municiones de Ucrania es muchas veces mayor que nuestra tasa actual de producción", dijo Stoltenberg. Lo peor de todo esto es que Ucrania no está ganando la guerra y muchas de estas armas terminan en el mercado negro y posteriormente en manos de grupos criminales.
Por otra parte, resalta el poderío militar de Rusia y su actual alianza estratégica con las fuerzas armadas de China y de otros países. El año pasado hubo ejercicios militares conjuntos con India, Laos, Mongolia y Nicaragua. En febrero de este año Rusia y China participaron en un ejercicio naval de 10 días en Sudáfrica.
También añade que la victoria de Rusia se da en las relaciones diplomáticas. Aunque Estados Unidos logró convencer a muchos países para que impusieran "sanciones" contra Rusia, la asertividad de la Casa Blanca tuvo el efecto contrario. China, India y otros países asiáticos han profundizado significativamente sus lazos con Rusia, lo mismo ocurre con países de América Latina, Medio Oriente y África.
"En un momento en que Occidente está tratando de aislar a Rusia, unas dos docenas de países han expresado interés en unirse a alianzas económicas y de seguridad que lo involucren. Estos incluyen importantes potencias regionales como Arabia Saudita, Turquía, Irán, Egipto, Indonesia y México", refiere Oriental Review.
El rotundo fracaso del bloqueo llevó a Estados Unidos y sus aliados a "sancionar" a quienes negociaran con Rusia. Recientemente el G7 anunció que castigarán a quienes ayuden a Moscú. Los principales objetivos de la persecución occidental serán los Estados, empresas e individuos que no cumplan con las "sanciones".
Pero el imperio de las "sanciones" está siendo rechazado en instancias multilaterales. Recalca que la experta independiente en derechos humanos de la ONU, Alena Douhan, criticó a Estados Unidos por utilizar la jurisdicción extraterritorial para imponer dichas medidas argumentando que, al hacerlo, violan el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
La historia ha demostrado que, aunque causan mucho daño en la población donde se imponen, las "sanciones" son una herramienta ineficaz de la política exterior estadounidense para derrocar gobiernos. Ejemplos palpables de ello se pueden ver con Corea del Norte, sancionada desde mediados del siglo XX; Cuba, ahora en su séptima década de bloqueo; y contra Irán, tras más de 50 años de asedio.