¡¿India es un socio de Estados Unidos para enfrentar a China?!
Washington busca rodear a China y Rusia desde el este, impidiéndoles acceder a las rutas marítimas en el este de Asia, lo que explica las fuertes relaciones de alianza de Washington con Tokio, Seúl, Taipéi, Yakarta y Kuala Lumpur.
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¡¿India es un socio de Estados Unidos para enfrentar a China?!
Estados Unidos está cada vez más preocupado por el creciente poderío económico y militar de China y Rusia, lo que los hace capaces de enfrentar la hegemonía estadounidense, especialmente con el desarrollo de sus alianzas políticas internacionales mediante las Organizaciones de Cooperación de Shanghai y el sistema BRICS, convertidos en plataformas para establecer un sistema de relaciones alternativo a los existentes después de la Segunda Guerra Mundial, bajo la hegemonía de Washington.
El Departamento de Defensa de EE.UU. anunció en su último informe sobre el poder militar del gigante asiático que es "el único competidor" suyo con la intención y la capacidad de cambiar el orden global actualmente dominado por la Casa Blanca.
Confrontación con China en los océanos Pacífico e Índico
En este contexto, entendemos los esfuerzos norteños por rodear a Rusia desde Occidente y agotarla en frentes calientes, ya sea en Ucrania o Siria, que se consideran dos escenarios importantes para la seguridad nacional de la nación euroasiática.
Paralelamente, Estados Unidos busca cercar a China y Rusia desde el este impidiéndoles acceder a las rutas marítimas en el este de Asia, lo que explica las fuertes relaciones de alianza que está forjando con Tokio, Seúl, Taipei, Yakarta y Kuala Lumpur, con el objetivo de formar una zona de amortiguamiento entre Beijing, Moscú y las rutas marítimas en el océano.
Esto explica la insistencia estadounidense en afirmar su presencia militar en la región del Mar de China Meridional y controlar el estrecho de Malaca, el cual conecta el Océano Índico por un lado y el Pacífico, por el otro, en un esfuerzo por desmembrar el cinturón chino, ruta marítima que circunvala Asia como parte de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. El gigante asiático comercia con Eurasia Occidental hace una década.
Para fortalecer sus energías y asediar a China en el mar, Estados Unidos tomó la iniciativa de crear la Alianza AUKUS, una asociación de seguridad tripartita para la región del Indo-Pacífico con Australia y el Reino Unido. Esta sociedad anunciada el 15 de septiembre de 2021, incluyó la ayuda a Australia para obtener submarinos de propulsión nuclear.
La agrupación también incluye la cooperación en mecanismos cibernéticos avanzados, inteligencia artificial, tecnologías cuánticas, capacidades submarinas, guerra electrónica, innovación e intercambio de información.
Además, se centra en el fortalecimiento de las capacidades militares, lo que la distingue de la alianza de intercambio de información Five Eyes, de cual forman parte también Nueva Zelanda y Canadá, y tiene como objetivo contener a China en cuanto a inteligencia.
AUKUS es una "una respuesta fuerte vinculada a la activación de la iniciativa militar occidental en la región del Indo-Pacífico porque los grupos institucionales más grandes no operan con un objetivo común y a la velocidad del entorno estratégico y tecnológico actual".
Por su parte, la embajadora de Estados Unidos en Australia, Caroline Kennedy describió la asociación como “grande y profunda" entre los dos países y dijo que proporcionaría "mucha disuasión" en la región del Indo-Pacífico. Mientras, China consideró que la misma amenaza con "dañar gravemente la paz regional".
A pesar de ello, parece que la Casa Blanca no se siente capaz, con estas alianzas de hacer frente al ascenso de China en las regiones del Pacífico y el Índico.
Asimismo, la presencia militar estadounidense en la base Diego García en el Océano Índico y la isla de Guam, además de un gran número de bases militares auxiliares, no parece capaz de hacer frente a la estrategia del hilo de perlas adoptada por Beijing para instaurar bases militares en el Mar de China Meridional y el Índico. Los informes militares indican que las potencias de China y Rusia crecen tanto en términos cuantitativos como cualitativos, y amenazan la superioridad estadounidense y occidental en los océanos Índico y Pacífico.
Un alto funcionario militar australiano anunció que EE.UU. y su país deben fortalecer su sociedad industrial e intensificar los preparativos en la región del Indo-Pacífico para enfrentar lo que consideró el comportamiento cada vez más agresivo de China en el Mar de China Meridional.
El viceministro australiano de Estrategia, Política e Industria, Hugh Jeffrey, lanzó esta advertencia en un discurso en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington.
Jeffrey elogió a los oficiales estadounidenses por su reconocimiento de que la infraestructura militar norteña que data de la era de la Guerra Fría es incapaz de enfrentar los desafíos geopolíticos actuales, enfatizando la necesidad de trabajar para modernizarla.
Acercamiento de Estados Unidos a la India
Con base en lo anterior, Estados Unidos ha comenzado a buscar ampliar sus alianzas globales fuera del alcance de los países occidentales, específicamente con India para enfrentar a China. Washington apuesta por la sensibilidad india hacia Beijing como resultado de los esfuerzos del fanático nacionalista hindú Bharatiya Janata Party por reafirmar la presencia en la región zona del Tíbet, de una importante herencia religiosa para los hindúes, lo cual desestabilizaría la región china del Tíbet.
India también está compitiendo con China en el sur de Asia. Esto hizo que Nueva Delhi entrara en una asociación de seguridad con Estados Unidos, “Israel” y los Emiratos Árabes Unidos bajo el nombre de I2U2. También le hizo entrar en una forma parte de grupo estratégico con Washington, Europa e “Israel” para el establecimiento del Corredor Indo-Medio Oriente-Europa.
El corredor constituiría una alternativa y un obstáculo para la Iniciativa de la Franja y la Ruta, la cual comienza desde el este de China a través de Asia Central hasta Irán, luego el Levante y Europa.
En cuanto a la línea marítima, comienza desde el sureste de China por el sur del Mar de China, India, luego el Sultanato de Omán, Yemen, el Mar Rojo y Egipto antes de desembocar en el Mediterráneo oriental. El corredor indio-Oriente Medio-Europa también constituye una alternativa a la ruta rusa norte-sur, que parte de Rusia, atraviesa Azerbaiyán e Irán hacia el Océano Índico.
Desde el punto de vista de Washington, el corredor tiene como objetivo obstruir las relaciones del Golfo con China y Rusia y aislar a Egipto, Irán y Turquía, que son cercanas a Rusia.
Aunque la India es miembro de la Organización de Cooperación de Shanghái y de los BRICS, hay quienes piden a Nueva Delhi que concluya alianzas con Estados Unidos y Europa para equilibrar la influencia china dentro de las dos organizaciones mencionadas. Según el Banco Mundial el Producto Interno Bruto actual de la India es de 3,4 billones de dólares, frente a los 18 billones de dólares del gigante asiático.
La India considera que la región del sur de Asia es su esfera de influencia, por lo cual piensa que las asociaciones chinas con los países de la cuenca del Mediterráneo occidental son una amenaza para sus intereses.
Vale la pena señalar que la Ruta de la Seda Marítima consiste en una serie de instalaciones portuarias construidas por China y que se extienden hacia el oeste desde el sudeste asiático. Con puertos respaldados por Beijing en Myanmar y Bangladesh en el lado oriental de la India, en Sri Lanka por el sur y Pakistán en el occidental, algunos en Nueva Delhi ven la Ruta como un proyecto que conduce al cerco marítimo a su país.
Tomar distancia con Rusia
En este contexto, Nueva Delhi comenzó a alejarse gradualmente de su aliado tradicional, Moscú. Esto se reflejó en los contratos petroleros entre ellos en un intento de la India de complacer al nuevo aliado, Washington. Cuatro meses después de que el gobierno indio rechazara las demandas de las compañías petroleras rusas de pagar las exportaciones de crudo en yuanes chinos, India ahora parece estar esperando llegar a un acuerdo similar con los exportadores del crudo en el Golfo.
El Banco de la Reserva de la India ha pedido a las principales refinerías estatales del país que presionen a los proveedores del Golfo para que acepten al menos el 10 por ciento de los pagos en rupias en el próximo año fiscal, según dijeron tres ejecutivos de empresas procesadoras, informó Bloomberg.
Al Banco de la Reserva le preocupa que la creciente demanda de energía del país debilite la rupia, que ha sido una tendencia general en los últimos dos años (las refinerías indias deben vender rupias para comprar dólares estadounidenses y liquidar los pagos de la demanda cada vez mayor de petróleo crudo). Bloomberg también indicó que quiere aprovechar el crecimiento del consumo a su favor, promoviendo la moneda nacional en el comercio internacional y reduciendo la dependencia del dólar.
Los ejecutivos dijeron que las tres refinerías -Indian Oil Corporation, Bharat Petroleum Corporation e Hindustan Petroleum Corporation- se han puesto en contacto con los exportadores y ya han opinado sobre el tema, pero los proveedores se están resistiendo debido a los riesgos cambiarios y las tarifas de conversión.
Indian Oil Corporation pagó parcialmente a Abu Dhabi National Oil Company por un envío de un millón de barriles de petróleo crudo en rupias en agosto pasado. Las refinerías del país también han utilizado otras monedas, incluida la emiratí dirham, para sufragar el crudo ruso.
La decisión india se produjo después de que se emitiera un informe desde Moscú en el que se afirmaba que el grupo BRICS trabajará para crear un sistema de pago basado en blockchain y tecnologías digitales, lo que arroja dudas sobre la decisión india.
El asistente presidencial ruso, Yuri Ochakov, anunció que la creación de un sistema de pago independiente para los países BRICS es un objetivo importante para el futuro, que dependerá de las últimas herramientas, como las tecnologías digitales. Según el documento, este esfuerzo es parte de una misión específica este año para aumentar el papel de los BRICS en el sistema monetario internacional. El grupo busca reducir su dependencia del dólar estadounidense.
Competencia con Pekín por las Maldivas
Esto nos hace comprender mejor el secreto de la competencia chino-india por la influencia en el archipiélago de las Maldivas, que constituye un importante nodo de transporte marítimo en la región occidental del Océano Índico.
El gobierno de Maldivas anunció que China le proporcionaría asistencia militar, en la última señal de un cambio importante en la política exterior del país tras la elección del presidente Mohamed Moizu el año pasado.
El Ministerio de Defensa de esa nación dijo que firmó un acuerdo con Beijing el lunes "sobre la provisión de asistencia militar por parte de China" y el acuerdo promovería "relaciones bilaterales más sólidas". Se trata de una aplicación de las promesas hechas por el presidente Moiso desde que asumió el cargo en noviembre de consolidar relaciones más estrechas con la inmensa nación asiática, reducir la influencia y pedir la retirada de las fuerzas indias del territorio maldivo, y reafirmar la soberanía nacional "perdida", según sus propias palabras.
En enero, Moizu fijó el 15 de marzo como fecha límite para la retirada completa del ejército indio estacionado en las Maldivas, de acuerdo con la oficina del presidente. Cabe señalar que hay 77 soldados indios y 12 miembros del personal médico de las Fuerzas Armadas en las Maldivas.
Vale la pena decir que el archipiélago, de aproximadamente mil 200 islas de coral de baja altitud, y cuya población es de menos de medio millón de personas, se extiende sobre una vasta área de agua y rutas marítimas estratégicas e importantes en el Océano Índico. Debido a su proximidad geográfica y a sus fuertes lazos históricos y económicos, la India ha sido por décadas el socio más cercano, y Nueva Delhi ha visto a la región como parte de su esfera de influencia tradicional.
Pero el nuevo presidente prefirió el acercamiento con China porque las relaciones con Beijing ofrecen oportunidades de inversión y desarrollo para Maldivas.
Esto coincide con la expansión de China de sus inversiones en las islas mediante el establecimiento de varios proyectos, el más importante de los cuales es una línea marítima llamada Puente de la Amistad, que cuesta 200 millones de dólares. Los expertos consideraron que la presencia china en las Maldivas puede afectar a la seguridad de la India, dada la proximidad de la cadena de islas a la costa occidental de la India.
En enero, Moizu viajó a Beijing en una visita de Estado y firmó 20 acuerdos con el presidente Xi Jinping, incluido la cooperación en infraestructura, comercio, economía, desarrollo verde, subvenciones y otros proyectos de desarrollo. Esto contiene alrededor de 127 millones de dólares en ayuda para desarrollar carreteras en la capital, Malé, y construir 30 mil unidades de vivienda social.
Durante el viaje, Moizu elogió a China como "uno de los aliados y socios de desarrollo más cercanos de Maldivas". La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning, dijo que Beijing está "comprometido a trabajar con las islas para construir una asociación de cooperación estratégica integral".
En respuesta, India abrió el miércoles una nueva base naval en su isla en el Océano Índico. Esta se encuentra en Minicoy, a unos 125 km de las Maldivas. El área es importante para que Nueva Delhi asegure el tráfico marítimo a través del Océano Índico, y la nueva base ayudará en los esfuerzos de vigilancia en la región. La Armada anunció en un comunicado que la instalación fortalecerá su "punto de apoyo en la isla de Lakshadweep mientras trabaja para expandir el desarrollo de capacidades, el alcance operativo y el suministro en la región".
Todo esto ocurre bajo la mirada de la cúpula militar estadounidense, ya que el portavoz del Departamento de Estado confirmó que su país está "siguiendo" los informes relacionados con el nuevo acuerdo entre Maldivas y China, que es considerado el principal competidor estratégico de Washington.
Matthew Miller describió a Maldivas como un "socio importante" con el que Estados Unidos espera seguir trabajando. Ambos Estados tienen relaciones que se remontan a más de 60 años, y refirió la ubicación estratégica de las islas en relación con la región del Indo-Pacífico.