Palestina es el Futuro
El entendimiento de los derechos y de la catástrofe del pueblo palestino a todos niveles en países y organismos internacionales ha despertado como nunca antes.
La reacción a nivel mundial de los movimientos políticos y sociales además de la población en general no se ha hecho esperar frente al horror de la maldad sionista israelí contra el indefenso pueblo palestino.
Las manifestaciones se han expresado en varios niveles tales como gremios y sindicatos, parlamentarios, partidos políticos, funcionarios internacionales, entre tantos otros. Las multitudinarias marchas populares han presionado a muchos gobiernos a adoptar conductas condenando las agresiones israelíes. En otros casos, valientes presidentes, primeros ministros y cancilleres se han atrevido a desafiar al poder político-económico del sionismo.
En efecto, el enemigo y sus cómplices son las fuerzas financieras, económicas, políticas, comunicacionales y bélicas más poderosas del mundo. El entendimiento de los derechos y de la catástrofe del pueblo palestino a todos niveles en países y organismos internacionales ha despertado como nunca antes.
El compromiso y apoyo de los movimientos políticos y milicias libanesas, yemenitas, iraquíes y sirias ha sido fundamental para golpear al ejército israelí. Irán, independientemente de su disputa hegemónica en Asia Occidental, ha sido clave en su apoyo a Hizbullah, a los Huthíes y al propio Hamas. Eso le ha costado muchos mártires a los que este 1 de abril se sumó Mohammad Reza Zahedi, miembro de la Guardia Revolucionaria iraní asesinado a manos de “Israel”.
Las valientes reacciones de funcionarios de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el conjunto de organismos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), han sido lapidarias para “Israel”, y solamente por nombrar el más reciente, el bravo informe de Francesca Albanese, ha puesto una nueva presión a la inacción de los países miembros de la ONU, fundamentalmente a los más determinantes en el escenario internacional.
Las presentaciones ante la Corte Penal Internacional (CPI) y la Corte Internacional de Justicia (CIJ), sin duda generarán efectos históricos, como ya lo estamos viendo, emplazando a “Israel” a acatar sus resoluciones, como ocurre también con las resoluciones del Consejo de Seguridad. Aunque es una solución debatible y de muy difícil implementación, los Estados están urgiendo la instalación del Estado Palestino en búsqueda de paz en la región.
Por otra parte, Palestina del río al mar que para algun@s es un grito de romanticismo, para otros activistas, entre ell@s destacados intelectuales judíos antisionistas, es un innegable requisito para la restauración de los derechos del pueblo palestino y va cobrando fuerza en la izquierda y el mundo progresista.
Ello, por cierto, tiene claras diferencias con la solución de dos Estados, apetecida por la oligarquía palestina mediante la Autoridad Palestina, en concomitancia con los regímenes monárquicos oprobiosos de la dignidad árabe y con las potencias occidentales que buscan esquilmar las legítimas reivindicaciones palestinas, apuntando a instalar solo simbólicamente y con muy limitada autonomía un Estado palestino jibarizado e inviable en el largo plazo.
Con todo, eso está fuera de los objetivos del ilegítimo estado israelí, que sigue buscando expulsar al máximo de población palestina y ocupar el ciento por ciento de su territorio, además del sur del Líbano incluidos los recursos hídricos del río Litani y los acuíferos de las alturas sirias del Golán.
La solución de un solo estado y el desmantelamiento del sistema de apartheid, requiere por cierto mucho más tiempo y condiciones objetivas, además del desarrollo de una conciencia de convivencia pacífica con justicia que llevará años conculcar junto al crecimiento de las organizaciones y movimientos israelíes antisionistas en “Israel”. Pero, es la única, aunque siempre sacrificada solución definitiva. Un solo estado laico, democrático para musulmanes, cristianos y judíos en pacífica convivencia.
También será imprescindible para ello la reorganización y reunificación de la dirigencia palestina, con un cambio en el balance de las fuerzas políticas, dejando que el pueblo se pronuncie nuevamente para elegir a sus autoridades entre todo el espectro político pero debiendo ser acatada dicha voluntad por los sostenedores del poder, a diferencia de lo ocurrido en enero del 2006, cuando la Autoridad Palestina truncó esa oportunidad histórica para el pueblo palestino, para en cambio responder a los intereses hegemónicos y a las denigrantes ambiciones de enriquecimiento propios de la oligarquía y sus redes económicas. Ello, de cualquier modo y lamentablemente ha sido una realidad en todas las luchas de liberación en el mundo.
En lo inmediato, el aislamiento y estigma criminal y violador de toda norma internacional del terrorismo israelí tanto gobierno, como sus salvajes colonos y la propia sociedad israelí está sellándose con su mismo fuego. El dolor en el alma por nuestros hermanos e hijos asesinados por la indescriptible inhumanidad sionista no cicatrizará nunca.
En este contexto, el liderazgo de Hamas ha demostrado ser de una excepcional inteligencia en el manejo militar, pero también político, evidenciándose más la bajeza de la Autoridad Palestina, las monarquías traidoras y el dictador egipcio. Pero Hamas también ha puesto sobre la mesa una propuesta político estratégica para Medio oriente que debe ser cuidadosamente leída por todos los intervinientes en la región.
Con todo, la tendencia ha sido la de deslegitimar a “Israel”, fortalecer la necesidad de restablecer los derechos de los palestin@s y establecer condenas y sanciones contra “Israel” exigiendo medidas que en el transcurso de los meses irán definiéndose a favor de Palestina.
Mientras tanto, la catástrofe o Nakba sigue su curso, pero la fuerza moral, valórica y de espíritu palestina ya le ha demostrado a la humanidad que se eleva por sobre todas las culturas del planeta y las invita a seguir sus pasos.
Cada grano de arena para apoyar al pueblo palestino suma al propósito de libertad para Palestina desde el río al mar, pero también para todos los oprimidos de donde quiera que sean. Palestina es el futuro.