Si Estados Unidos tomara en serio la intención de detener la guerra, al menos trabajaría para impedir el suministro a la entidad sionista de armas de asesinato y destrucción masiva, y no habría permitido la hambruna de los civiles en Gaza desde que “Israel” tomó el control de los cruces fronterizos, y guardaría silencio sobre los peligrosos acontecimientos que tienen lugar en Cisjordania y que constituyen crímenes de guerra.

En cualquier caso, el debate organizado por la CNN entre Joe Biden y Donald Trump, los dos candidatos a las elecciones presidenciales estadounidenses, reveló la verdadera posición de los líderes estadounidenses, ya que parecía que a los dos candidatos no les preocupaba poner fin a la guerra en Gaza, sino más bien la eliminación de Hamas y la resistencia.

En cuanto a Netanyahu, insiste en continuar la guerra, no sólo por la posibilidad de que su cese constituya el inicio de su comparecencia ante los tribunales y el fin de su alianza gubernamental de extrema derecha, sino también por otras razones que "Israel ” cree que se necesitaría más tiempo para lograrlo a fin de infligir niveles máximos de matanza, destrucción, asedio y hambruna para poner de rodillas al pueblo palestino y sus movimientos de resistencia.

Desde el 8 de octubre, Netanyahu ha fijado un límite para poner fin a la guerra: eliminar a Hamas y la resistencia, pero la entidad sionista no ha logrado este objetivo debido a su incapacidad de seguridad e inteligencia para revelar la naturaleza y el tamaño de las capacidades militares de la resistencia, y debido a la legendaria firmeza de la resistencia y su apoyo popular durante nueve meses, y a su incapacidad para anticipar el papel que desempeñará en apoyo al eje de resistencia y la capacidad de la República Islámica de Irán para atacar a “Israel” desde lo más profundo del territorio de Irán.

Este fracaso tuvo repercusiones que incluyeron la mayoría de los elementos de la teoría de seguridad israelí, como la disuasión, la Cúpula de Hierro, la guerra preventiva, los combates en territorio “enemigo” y la predicción estratégica, todo lo anterior condujo a un estado de confusión que afectó al establecimiento político y militar israelí, también el  estado de confusión y caos que vive la calle israelí profundizó el estado de fragilidad en el frente interno.

Cada vez que el “ejército” sionista sufre grandes pérdidas en equipos y vidas en Gaza y el norte de Palestina, Netanyahu, su gobierno extremista y su “ejército” terrorista dirigen  su ira contra civiles indefensos cometiendo brutales masacres de exterminio en un intento desesperado por restaurar la confianza perdida de los israelíes en la capacidad del “ejército” y las instituciones de seguridad para garantizar su seguridad. Esto no significa que los crímenes de la entidad sionista estén motivados únicamente por la venganza.

Para entender lo que Netanyahu y la administración estadounidense quieren de la continuación de la guerra en Gaza y Cisjordania, debemos remontarnos al 28 de enero de 2020, fecha en la que el presidente estadounidense Donald Trump presentó en Washington su plan de “paz” entre “Israel ” y los palestinos, conocido en los medios como el “Acuerdo del Siglo”, en presencia de Netanyahu y representantes de los Emiratos Árabes Unidos, Omán y Bahréin. Este plan, que consta de 181 páginas, fue resumido por CNN en su sitio web en árabe el 29 de enero de 2020, en los siguientes diez puntos:

•  Otorgar plena soberanía israelí sobre todas las partes de Jerusalén.
•  Permitir que “Israel” se anexe todos los asentamientos de Cisjordania, que suman más de 100.
• Rechazar cualquier retorno de refugiados palestinos a Israel y excluir cualquier demanda futura de compensación.
•  Establecer un “Estado palestino simbólico” que no tenga las características de un Estado.
• Si “Israel” acepta el acuerdo y los palestinos lo rechazan, “Israel” recibirá apoyo de Estados Unidos para comenzar a anexar asentamientos unilateralmente.
• Limitar la actividad de asentamientos en Cisjordania durante cuatro años.
• La necesidad de desmilitarizar la Franja de Gaza y que Hamas abandone su brazo militar.
• Reconocimiento palestino de “Israel” como Estado judío con Jerusalén como capital.
•  Despojar a los palestinos del control fronterizo y del pleno control de seguridad israelí sobre el Valle del Jordán, al tiempo que se extiende la influencia israelí sobre todas las “tierras abiertas” en la región de Cisjordania, que representa alrededor del 30 por ciento de Cisjordania.
• Aceptar todas las demandas de seguridad israelíes.

Esto es lo que “Israel” y Estados Unidos buscan lograr hoy, es decir, activar las disposiciones del Acuerdo del Siglo que apuntaba a liquidar la causa palestina, y uno de sus objetivos era crear una alianza árabe-israelí para enfrentar a Irán, en la que  “Israel” es el eje alrededor del cual giran los países árabes, pero la evolución de los acontecimientos en la región desde el 7 de octubre de 2023, el panorama y los roles se han invertido, ya que Estados Unidos ha comenzado a presionar para que los países normalizadores árabes secretos y públicos proteger a “Israel” de Irán, y esto es lo que admitió Biden en el debate que lo reunió con Trump.

Cuando Netanyahu y la administración estadounidense hablan del día después de detener la guerra en Gaza, dicen que no hay manera de que Hamas vuelva a gobernar la Franja de Gaza. Esperan que la Autoridad Palestina pueda reforzar su autoridad sobre la Franja de Gaza, pero saben que Hamas y las organizaciones de la resistencia no han sido derrotadas y, por tanto, están convencidos de que confiar en el grupo del presidente Mahmoud  Abbas está condenado al fracaso si no recibe apoyo de las  fuerzas de los países árabes normalizados, o aquellos que están en camino hacia la normalización.

Su problema es que este asunto se ha vuelto muy complicado hoy, especialmente porque Hamas y las organizaciones palestinas tienen aliados que forman un eje de resistencia que se ha presentado con fuerza frente a la agresión sionista. Es cierto que el ataque iraní a “Israel” el 14 de abril de 2024 tuvo un gran impacto en algunos países árabes que hoy quieren tomar cierta distancia de lo que está sucediendo en la arena palestina, luego de estar involucrados en el proceso de liquidación de la causa palestina.

Netanyahu viajará a Estados Unidos en respuesta a una invitación que recibió de los presidentes de la Cámara de Representantes y del Senado de los partidos Republicano y Demócrata para compartir con el Congreso en sus dos cámaras “la visión del gobierno israelí de defender la democracia, combatir terrorismo, y establecer una paz justa y duradera en la región”, según reza la carta  de invitación.

Irá para decir  a los responsables de la toma de decisiones en Estados Unidos que está interesado en implementar los términos del Acuerdo del Siglo elaborado por la administración Trump y en obtener más apoyo y garantías de que la administración estadounidense y los lobbies influyentes, encabezados por los sionistas evangélicos y los brazos de la masonería, ejercerán la máxima presión sobre los países árabes que se han normalizado o están en camino de hacerlo, para hacer que estos países adoptan la visión estadounidense-israelí del día después de la guerra y se comprometen a implementarlos.