En todas las guerras árabes, e incluso iraníes, contra la entidad sionista, "Tel Aviv" ha promovido la idea de que "sus servicios de inteligencia son los más poderosos del mundo y su ejército es invencible en cualquier sentido".

Incluso si ignoramos el apoyo absoluto e integral de las capitales, potencias, instituciones y agencias imperiales y coloniales a la entidad sionista en todas sus guerras con los países árabes y, en consecuencia, con Irán, directa o indirectamente, como fue el caso del asesinato del mártir Qassem Soleimani y de varios científicos nucleares, ha quedado claro que concede gran importancia al aspecto psicológico, es decir, a la moral, en sus guerras pasadas y presentes.

Colaboradores y agentes en la región han ayudado a la entidad sionista en esta guerra psicológica, a través de los medios de comunicación pagados y cientos de miles de cuentas en redes sociales a promover la idea de que "el enemigo es invencible y su alcance llega a todas partes".

El objetivo de este marketing siempre ha sido quebrantar la moral de la otra parte, en este caso de los pueblos de esta geografía, sometidos durante más de cien años a los planes y proyectos más atroces y viles, los cuales redibujaron los mapas de los países y llevaron al poder a conspiradores contra sus pueblos.

Estos gobernantes, con todas sus capacidades y sus portavoces, estaban al servicio del enemigo sionista, sus partidarios en Washington y sus aliados, quienes movilizaron todos sus recursos, especialmente medios de comunicación, instituciones académicas y redes sociales, para apoyar a "Israel"

Esto explica la postura de los medios occidentales y regionales, cómplices de "Tel Aviv", que comercializaron información, noticias y escenarios sobre la entidad de ocupación antes, durante y después de la operación del Diluvio de Al-Aqsa, la agresión contra Líbano y Siria, y finalmente la Guerra de los 12 días que comenzó el 13 de junio pasado.

Para ellos, el Irán "chiita" era mucho más peligroso que la entidad sionista, cuyo enemigo más importante era la República Islámica. Por ejemplo, los medios árabes cómplices "siempre pregonaron" la idea de la penetración del Mossad israelí en el aparato de seguridad de la Resistencia en Líbano, y antes de eso, en Hamas, y finalmente en Irán, y antes también en Siria y luego en Yemen.

Los medios occidentales e islámicos cómplices vieron con entusiasmo las "penetraciones israelíes" como grandes victorias que demostraban el "mito del enemigo invencible". Hamas y las honorables fuerzas palestinas que lo apoyaron lo derrotaron en el Diluvio de Al-Aqsa, y la resistencia de Hizbullah le impidió penetrar hacia el norte y el sur de Líbano, incluso a un precio extremadamente alto para ellos y todos sus aliados en el país de los cedros y en el mundo árabe e islámico, especialmente en Irán.

Quizás por eso el interés de los portavoces pagados en la agresión sionista/estadounidense fue tan grande, con especial énfasis en las intrusiones de seguridad logradas dentro de Irán, y mediante una serie de relaciones humanas respaldadas por la tecnología moderna, en las que siempre se nos decía que el enemigo era superior. Esto se hacía sin reconocer a la otra parte, es decir, a Irán, por éxitos similares que el agresor y sus portavoces ignoraban.

Así como la inteligencia sionista, mediante sus agentes y colaboradores en Gaza, Líbano, Siria, Yemen e Irán, ha logrado avances significativos, las agencias de inteligencia iraníes, han podido obtener grandes cantidades de información y documentos estratégicos sensibles, que incluyen planes militares e instalaciones nucleares israelíes.

El Shin Bet (Servicio de Seguridad Interna de "Israel") reconoció en numerosas declaraciones desde principios de este año, especialmente tras la agresión israelí contra Irán el 13 de junio, la detención de varios ciudadanos, entre ellos Roi Mizrahi y Almog Atias, dos jóvenes de 24 años acusados de colaborar con Irán.

El Ministerio de Inteligencia iraní reveló recientemente documentos altamente clasificados. Afirmó que el proceso de obtención de los documentos llevaba tiempo en marcha, pero que el gran volumen de los mismos y la necesidad de transferirlos de forma segura a Irán exigían medidas encubiertas exhaustivas para garantizar su llegada a los lugares previstos.

La televisión iraní, citando fuentes de seguridad, indicó que la abundancia y el gran volumen de los documentos requirieron un tiempo considerable para revisarlos y visualizar las fotos y vídeos asociados, especialmente porque la mayoría fueron transferidos desde "Israel" a "agentes" por personal, además de los recopilados mediante ciberataques.

Los documentos revelan una amplia gama de actividades militares, proyectos y planes científicos secretos, políticas y de seguridad ocultas en "Israel" y posiblemente en otros países.

Gracias a estos documentos, Irán ha podido conocer la verdadera ubicación de muchas instalaciones sensibles de la entidad sionista, que hasta ahora se habían mantenido en secreto. Esto quedó claramente demostrado durante la Guerra de los 12 Días, cuando la inteligencia iraní atacó importantes sitios secretos, incluyendo zonas cercanas a la instalación nuclear de Dimona. La inteligencia iraní obtuvo imágenes completas del interior del lugar, y hasta la fecha, solo ha publicado una pequeña parte.

Esta revela lugares de almacenamiento, actualización, investigación y desarrollo de armas nucleares, que serían un objetivo directo de ataques de precisión  en cualquier confrontación futura. Además, parte del equipo técnico de Dimona, del que se tomaron las películas y fotografías, se encuentra en otros reactores nucleares e instalaciones similares en "Israel".

"Tel Aviv" inicialmente intentó poner en duda la información, revelada por la inteligencia iraní, y minimizar su importancia. Posteriormente, se vio obligado a reconocer la gravedad de parte de ella tras la detención de varios ciudadanos israelíes, a quienes describió como agentes iraníes.

Los medios occidentales y los portavoces de los regímenes cómplices de la entidad sionista ignoraron este logro iraní y, juntos, intentaron minimizar su importancia para empañar la reputación de Teherán, pues no quieren que Irán supere o derrote a la entidad agresora, como ocurrió durante la guerra de los 12 Días.

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"Israel" se vio obligado a aceptar un alto al fuego después de que misiles iraníes impactaran objetivos identificados por la inteligencia israelí o a través del satélite Noor, que capta señales y transmite imágenes. También realiza tareas de inteligencia como la vigilancia de emplazamientos militares y el envío de imágenes de campo. También identificó los objetivos atacados durante la Operación Promesa Verdadera 3, incluyendo algunos que ni siquiera los aliados conocían.

Este satélite contribuye a la recopilación de información actualizada cada 90 minutos, lo que permite ataques precisos y la evaluación inmediata de sus resultados, un elemento crucial en la guerra. Esto se debe a que cada bando busca comprender el impacto de la acción y sus consecuencias, gracias a la capacidad del satélite para realizar un estudio exhaustivo y preciso del campo de batalla. Este fue el caso durante la Guerra de los 12 días, cuando se fotografiaron los objetivos de los misiles y drones iraníes, mientras que la inteligencia contribuyó al derribo de un caza israelí F-35 y a la captura del piloto.

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En todos los casos, e independientemente de las posibilidades en la confrontación entre Irán y la entidad sionista, ha quedado claro que Teherán, a su vez, ahora es capaz de afrontar los desafíos futuros, no solo con "Tel Aviv", sino también con sus aliados regionales e internacionales. Ahoa, solo tiene que demostrárselo a todos, y sobre todo, al pueblo iraní, que necesita más moral, tras haber soportado tanto en su honorable lucha por defender la causa palestina, razón de la hostilidad de todos los enemigos desde la Revolución Islámica hasta la actualidad.