Bolivia: un ladrón pide “democracia” con violencia
El autodenominado líder de la “revuelta popular”, Luis Fernando Camacho, esconde un oscuro pasado de violaciones éticas, oculta evasiones de impuestos al fisco, es salpicado por los llamados Panama Papers, un entramado donde poderosos de muchos países ocultan sumas de malversaciones y lavado de dinero de procedencia dudosa, en la mayoría de los casos, el robo a sus compatriotas.
Luis Fernando Camacho, presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, quien emerge hoy como una figura de confrontación contra el gobierno constitucional de Evo Morales, es una pieza clave pero desprestigiada en el escenario político de Bolivia.
El autodenominado líder de la “revuelta popular” esconde un oscuro pasado de violaciones éticas, oculta evasiones de impuestos al fisco, es salpicado por los llamados Panama Papers, un entramado donde poderosos de muchos países ocultan sumas de malversaciones y lavado de dinero de procedencia dudosa, en la mayoría de los casos, el robo a sus compatriotas.
Luis Fernando Camacho Vaca, hijo del empresario José Luis Camacho Miserendino, abogado, docente universitario, también es accionista del grupo empresarial Nacional Vida, presidente del comité cívico, y para renegar de su origen cochabambino intenta ser el más fervoroso cruceñista financiando actos de violencia, según denuncian medios bolivianos.
Esos medios lo acusan de ser el instigador de la violencia surgida en Santa Cruz que dejó dos muertos, decenas de heridos y seis personas en terapia intensiva además de tres casas de campaña destruidas. Según él es un enviado de Dios para poner en su lugar a la mayoría indígena del país, esos “revoltosos” que apoyan al presidente Evo Morales.
El periódico local El Diario plantea que Camacho , fue involucrado como un presunto intermediario para la creación de empresas offshore y la evasión de impuestos en el informe conclusivo que presentó la Comisión Mixta de la Asamblea Legislativa sobre la investigación de los paraísos fiscales o Papeles de Panamá, donde se identificó que solo en el 2016 fugaron del país 989 millones de dólares a cuentas de paraísos fiscales.
Al respecto, agregó el medio, el autoproclamado “líder” de la oposición violenta creó tres sociedades como intermediario: Medis Overseas Corp., Navi International Holding S.A. y Positive Real Estates, y en su calidad de "officer" (Autoridad jerárquica) fue favorecido por las dos últimas empresas.
Camacho Vaca fue intermediario, que en el caso de los Papeles de Panamá, se caracterizaron por coadyuvar a personas y empresas a esconder sus fortunas en entidades offshore, lavar dinero y establecer esquemas de evasión de impuestos", refleja el informe.
En octubre del 2017, la Comisión Mixta del Legislativo aprobó el informe conclusivo de la investigación de los denominados Papeles de Panamá pero el evasor nunca fue tras las rejas.
En la fecha de su emisión, el informe legislativo estableció que Camacho estaba vinculado con el bufete de abogados Mossack Fonseca de Panamá y las empresas bolivianas: Nacional de Seguros Patrimoniales y Fianzas S.A., con el Grupo Empresarial de Inversiones Nacional Vida S.A., Corporación Jurídica Luis Fernando Camacho Vaca- Nacional Seguros Vida y Salud S.A y con la empresa Conecta Redes y Servicios S.A.
Más aun, el texto del legislativo señala que la factoría Navi International Holding S.A., que fue creada por intermedio de Camacho, tenía vínculos con 29 personas y 67 empresas bolivianas. Además los miembros de otras empresas offshore eran parte del directorio de Navi.
Camacho también es mencionado como intermediario en la investigación que se hizo al caso que involucra a la familia Marinkovic, donde se detectó que los integrantes de esa parentela eran accionistas de 14 empresas offshore.
Entre las conclusiones generales de esta investigación se vincula a 360 empresas registradas en Bolivia, 198 personas naturales con "Panamá Papers" y la verificación de grupos familiares conectadas con empresas "offshore" para la evasión de impuestos.
Este personaje empezó a hacerse popular en el marco de las movilizaciones contra lo que la oposición califica como un “fraude descomunal” que otorgó por “una mínima diferencia” (más del 10 por ciento) la victoria al binomio oficialista de Evo Morales-García Linera.
Camacho como presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz fue el primero en convocar al paro cívico y se jacta de ser quien habría logrado unir las fuerzas de la oposición contra el MAS. En un twitt del 22 de octubre señaló que: "El movimiento cívico a la cabeza de mi persona, logramos unir a las fuerzas políticas de oposición al MAS."
Cabe señalar que el “abanderado de la violencia” fue inculpado en redes sociales por tener millonarias deudas por impuestos al Estado relacionadas a sus empresas. Como respuesta a estas denuncias, Camacho en una entrevista publicada por Infobae dijo que su involucramiento en Panamá Papers es porque es el gobierno es el que le debe varios millones de dólares.
También llama la atención, que este oscuro sujeto hace declaraciones que proyectan una personalidad violenta que ensalza el sicariato en Colombia.
En recientes declaraciones señaló que para garantizar el paro cívico “Tenemos que hacer, salvando las diferencias, y sacar la agenda como lo hacía Pablo Escobar, pero solo para anotar los nombres de los traicioneros de este pueblo porque queremos que el día de mañana vayan presos, pero no por rencor y odio, sino por justicia”.
De esta manera, el “demócrata” Camacho recurre a las mismas técnicas de amedrentamiento y persecución política que dice combatir.
Medios locales reflejan que Camacho además de ser un prominente miembro de la élite empresarial cruceña resulta ser un fanático religioso que alienta la oración y proclama su fe en Dios en cada punto de bloqueo y oportunidad que tiene.
Esto le ha permitido alinear detrás de sí a fuerzas clericales y anti derechos como las que se expresaron durante la campaña electoral que buscaban criminalizar la homosexualidad así como continuar penalizando el derecho al aborto.
Hasta algunos opositores ven con temor al sujeto, en el que aprecian un peligroso rumbo “extremista” en este escenario de crisis.
Este es el hombre que en nombre de la “democracia” otorgó un plazo de 48 horas para que Evo Morales renuncie y se vaya, algo que concluye hoy a 1900 h y que pudiera desencadenar más violencia entre bolivianos, según advirtió el presidente Morales.