Seymour Hersh explica por qué no se puede creer a EE.UU. sobre su inocencia en el sabotaje del Nord Stream
El legendario periodista habló con RT en su primera entrevista con una cadena internacional, tras publicar un revelador artículo, en el que responsabiliza a Washington como principal autor del ataque contra los gaseoductos.
El aclamado periodista Seymour Hersh, ganador del premio Pulitzer en 1970, ha explicado por qué no se puede creer a EE.UU. sobre su inocencia respecto al sabotaje de los gaseoductos Nord Stream, en una entrevista exclusiva con el programa 'Going Underground' de RT.
En su primera entrevista con una cadena internacional, tras publicar un revelador artículo en el que responsabiliza a Washington como principal autor del sabotaje, Hersh asegura que el presidente estadounidense, Joe Biden, "está ocultando la verdad sobre algo que él autorizó y que sí sucedió".
Según el periodista, desde finales de septiembre del año pasado, ya estaba claro que "era casi imposible" que Ucrania le hiciera frente a Rusia y ganara en el campo de batalla. "Esa es la realidad, sin importar lo que publica diariamente la prensa", indica. "Las cosas van muy mal para Kiev", resaltó.
En este contexto, Hersh señala que "empezó a haber preocupación de que Europa occidental, y especialmente Alemania, no estuvieran dispuestos a dar todo su apoyo porque recibían combustible de Rusia". En Washington "temían que Alemania fuera a levantar las sanciones para volver recibir gas", subrayó.
"La bomba estuvo allí durante meses"
La gente que está detrás del sabotaje pensó que "no era una mala idea dar a la Casa Blanca algunas opciones para tal vez fanfarronear o convencer a Putin de que el costo [de la operación militar en Ucrania] iba a ser muy alto". Sin embargo, en Washington se habló públicamente sobre esto, Biden y la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, aseguraron que sabían cómo detener los gaseoductos Nord Stream. "En ese momento, los integrantes del grupo [de sabotaje] estaban molestos porque se suponía que era una operación encubierta", destaca Hersh.
"La bomba estuvo allí durante meses. La plantaron en junio […] cuando parecía que los ucranianos iban bien", comentó el periodista. No obstante, a finales de septiembre del año pasado, "había pruebas de que había un problema muy serio, que no iba a ser pan comido para los ucranianos, como escribieron algunos medios", destacó
El sabotaje se llevó a cabo "con fines políticos", destaca Hersh, "para evitar que Alemania y Europa Occidental utilizaran el gaseoducto Nord Stream 2 en caso de que el invierno llegara antes".
De igual forma, destaca que Rusia siempre ha sido una preocupación para Occidente "debido a su enorme cantidad de gas natural y petróleo". "Siempre ha existido la preocupación de que Rusia convierta el gas en un arma, un arma política en la lucha contra nosotros, que ha estado sucediendo desde la Segunda Guerra Mundial".
Los planes bélicos de Washington no son algo nuevo en la política estadounidense, indica Hersh, que hace un recuento de como varios presidentes estadounidenses, como Lyndon Johnson y George W. Bush, idearon premisas basadas en mentiras para ir a la guerra. "Johnson mintió sobre algo que nos llevó a una guerra que mató a 58.000 estadounidenses y entre 1 y 3 millones de vietnamitas", subraya.
El caso de Edward Snowden
El afamado periodista estadounidense también hablo sobre el caso del exanalista de la NSA y de la CIA, Edward Snowden, sobre el derecho a la libertad de expresión y a no ser vigilado sin una orden judicial.
Con respecto los casos de intercepciones ilegales en EE.UU. y las polémicas revelaciones que hizo el exanalista, Hersh comentó que, "lo que descubrió Snowden fue lo que se le dijo y aprendió como consultor, y fue que habían cambiado la ley", por lo que ahora era posible interceptar a un estadounidense sin una orden judicial.
"Así que Snowden, que no es una persona política, sino una persona tecnológica, retrocedió ante esto", indicó el periodista, añadiendo que, en ese entonces, más del 10% de los trabajadores de la NSA sabían directamente de las intercepciones ilegales.