Palestina, resistencia y derecho a la libertad
Nacido en uno de los campamentos de refugiados de Líbano, Marwan Abdel Aal es hijo de padres palestinos. El compromiso con la causa supera cualquier obstáculo y en su pensamiento la libertad es posible.
Para el escritor, político y dirigente, la tierra palestina está presente en el sueño y en la memoria heredada de cada generación, luego de más de siete décadas de desplazamiento forzado y ocupación israelí.
La llave del hogar conservada por décadas evoca el despojo familiar y la negación de retornar a sus tierras. En tanto, crecieron en una patria temporal y diferida, pues la verdadera requiere de esfuerzos y lucha hasta alcanzar su independencia.
La convivencia en el campamento de Nahr El-Bared, al norte libanés, y la añoranza por el poblado natal de sus padres, Al-Ghabisiyeh, en el distrito ocupado de Akka (Acre en español), constituyeron fuentes para sus novelas: “El viaje de Jacobo”, “La flor de arcilla”, “Sentido huido” y “Jafra”.
Desde 2001, Abdel Aal ocupa el puesto de primer responsable del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) en Líbano y en diálogo exclusivo con Prensa Latina resaltó la firmeza de las facciones de la resistencia contra los crímenes del enemigo.
A pocos días de una nueva agresión contra la Franja de Gaza y la muerte de varios líderes del movimiento de la Yihad islámica, el luchador enfatizó que la batalla “Venganza de los libres” representa una epopeya heroica del pueblo palestino que consolida la ecuación de disuasión a favor de la resistencia.
En el contexto del 75 aniversario de la Nakba (término árabe que refiere el éxodo de 1948), el revolucionario refrendó la firmeza de los palestinos frente a las herramientas de exterminio del colonialismo sionista.
Al referirse a la cotidianidad en los campamentos de refugiados, el dirigente describió las duras condiciones de vida, la discriminación y la persecución; y en esta línea de pensamiento, llamó a cada conciencia viva y libre del mundo a ser partidario de Palestina y de esta causa justa.
“El pueblo no olvida Palestina, nacen nuevas generaciones más feroces y con voluntad de sacrificarse y dar su vida por la patria; la cuestión de la patria es un tema crucial en la formación de la personalidad y la identidad”, subrayó.
A su juicio, ningún palestino en cualquier parte del mundo siente que pertenece al lugar donde reside, aunque posea la nacionalidad, “siempre sueña con retornar, conserva en la memoria los detalles de su tierra, incluso aquellos que nunca la conocieron”.
En este sentido, Abdel Aal preponderó la importancia y el apoyo constante de la diáspora para enarbolar en los distintos escenarios la bandera de la resistencia por los derechos y la liberación de Palestina.
Durante la conversación, el funcionario del FPLP recalcó que la causa palestina no es para recuperar parcelas o pedazos de tierra, es “la lucha por la preservación de una identidad” contra un ente usurpador y racista que intenta borrar toda nacionalidad árabe.
A la luz de las discrepancias internas en "Tel Aviv", el político de 66 años indicó que no hay ocupación ni colonialismo que dure para siempre; y en ese sentido, manifestó el temor israelí ante las actuales reconciliaciones árabes.
Sobre la influencia de Estados Unidos, enfatizó que el intento de un sistema unipolar y sus proyectos para la región mediante el establecimiento de alianzas como la OTAN, los Acuerdos de Paz de Abraham o un nuevo Medio Oriente, fracasaron por la fortaleza del llamado eje de la resistencia.
A propósito de los más de cuatro mil prisioneros en cárceles israelíes, Abdel Aal resaltó el patriotismo y la unidad de todas las facciones dentro del sistema penitenciario de la ocupación; al tiempo que destacó el ejemplo del secretario general del FPLP, Ahmed Saadat, detenido y privado de sus derechos desde hace más de una década.
“Palestina es la encarnación de esta lucha internacional entre potencias coloniales internacionales que vinieron a desarraigar a un pueblo de su tierra, y por lo tanto el mundo debe enfrentar semejante tiranía”, concluyó al enviar un mensaje a otras naciones.