Miles de personas salieron hoy a las calles de Doha, la capital de Qatar, para celebrar el histórico triunfo de la selección nacional en la copa asiática de fútbol, que concluyó anoche en Emiratos Árabes Unidos.

Por primera vez, el equipo de los marrones alza el trofeo, tras vencer a Japón 3-1 en la finalísima.

Según el reporte de Prensa Latina, los nipones llegaban a esa instancia con el cartel de favoritos, tomando en cuenta las cuatro veces en que ganaron el título.

Sin embargo y contrapelo de artimañas y prohibiciones puestas en marcha por el anfitrión emiratí, el conjunto qatarí ejecutó una campaña perfecta con siete triunfos en otras tantas salidas a la cancha.

Las calles de Doha se llenaron de aficionados que sonaban las bocinas de sus automóviles y ondeaban banderas hasta el cansancio por el éxito de sus representantes.

El aeropuerto internacional de Doha recibirá a los campeones y según informes se prepara una celebración por todo lo alto a los ganadores que se impusieron en el terreno de juego y a otras acciones extradeportivas.

Los organizadores del certamen prohibieron la entrada al país de los aficionados qataríes, dificultaron la llegada de la selección nacional y por último alegaron irregularidades en la alineación del equipo que derrotó a los locales 4-0 en la semifinal.

La asociación emiratí presentó una queja sobre dos jugadores qataríes con el argumento que no eran elegibles para participar en la cita, pero no avanzó.

"...hicimos historia, tenemos que estar muy orgullosos de nuestros logros", expresó el director técnico de Qatar, el español Félix Sánchez.

"Este es un paso más para estar listo hacia el 2022 y representar a Qatar como un equipo competitivo en la Copa del Mundo".

El bloqueo total contra Qatar de Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos y Egipto, ensombreció el transcurso de la competencia deportiva, en tanto que cubrió cada momento de los qataríes.