Una deportación de manera inmediata a sus países de origen para los indocumentados, sin darles la oportunidad de someterse a un procedimiento legal, es la nueva arremetida del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

A través de su cuenta Twitter, el mandatario republicano publicó dos mensajes este domingo en los cuales volvió a ofender a los inmigrantes que llegan al país de forma irregular y los calificó de invasores, tras asegurar que el sistema migratorio norteamericano es una burla.

"Cuando alguien entra, debemos sacarlos de regreso a su país inmediatamente, sin jueces o casos judiciales, no podemos permitir que todas estas personas invadan nuestro país", escribió Trump, quien obvia de esta forma el derecho al debido proceso en los tribunales, que las leyes estadounidenses supuestamente garantizan a los forasteros al presentar una solicitud de asilo.

En otro tuit el gobernante señaló que la política migratoria de Estados Unidos "es el hazmerreír en todo el mundo", muy injusta para todas aquellas personas que pasaron por el sistema legalmente y esperan los resultados finales durante años.

Tras recibir críticas generalizadas a su decisión de separar las familias de inmigrantes, el jefe de la Casa Blanca firmó el 20 de junio una orden ejecutiva para poner fin a tales procedimientos, pero expertos hacen notar que existen serias dudas y denuncias acerca del alcance limitado de esta disposición.

El viernes Trump dijo a los legisladores republicanos en un tuit que dejaran "de perder el tiempo" en asuntos de inmigración, hasta que ganen más escaños en las elecciones de medio término de noviembre.

Sin embargo ayer, en su habitual discurso semanal, el magnate presidente abogó por buscar el apoyo de los demócratas para la aprobación de una reforma migratoria integral y afirmó que con la obstrucción constante de los líderes del partido azul no hay manera de llegar a un acuerdo sobre este tema.

Desde que llegó al poder en enero de 2017, y tal como prometió en su campaña electoral, Trump adoptó medidas enérgicas contra la inmigración, elemento clave de su administración, lo que incluye el controversial proyecto de construir un muro en la frontera con México y hacer que asuma los costos de la obra, a lo que se niega ese país.