La agresión saudita busca ocupar al pueblo, destruirlo, difundir el caos en el país y allanar el camino para una ocupación estadounidense directa a Yemen, expresó Saleh al-Samad, presidente del Consejo Político Supremo en Yemen, durante una manifestación masiva en la plaza de los Setenta en Sanaa por el tercer aniversario de la guerra de la coalición contra el país.

“El pueblo de Yemen, pese a todas las dificultades, obstáculos y conspiraciones, puso en evidencia su auténtica resistencia, dignidad y su fe a la victoria. Hace muchos años Arabia Saudita intenta inmiscuirse en los asuntos internos de Yemen para sacarle el derecho de autodeterminación”, declaró el dirigente yemenita.

"Estados Unidos, señaló Al-Samad, maneja la guerra lanzada contra Yemen, y en ciertos casos hasta ha arremetido de manera directa contra sus blancos en nuestro territorio".

Miles de yemenitas de todo el país acudieron a la plaza de los Setenta en Saná con el objetivo de mostrar su pleno apoyo a las fuerzas armadas y comités populares contra la monarquía de Al Saud, además de condenar la guerra lanzada por su vecino norteño contra el más pobre entre los países árabes.

Los manifestantes portaban banderas y fotos de las víctimas de la campaña militar saudita sosteniendo pancartas mediante las cuales pedían una alineación internacional contra la incursión de Riad.

Por otro lado, una encuesta muestra que el 75 por ciento de los franceses quieren que el presidente Emmanuel Macrom suspenda las ventas de armas a Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos debido a su papel en el desastre causado por la guerra contra Yemen.

Por su parte, el líder del movimiento de Ansar Allah, Abdul-Malik al-Houthi confirmó que la agresión contra Yemen no va más allá del contexto colonial estadounidense.

Asimismo, la Cancillería iraní llamó a aumentar la presión internacional para detener la guerra en Yemen.

En una declaración enfatizó que no hay un ganador militar en esta guerra, y que la única solución a la crisis es la solución política.