“Si continúan, los disturbios de Irán tendrán grandes consecuencias”, sostuvo un medio vinculado a la banda takfirí, el primero de este tipo en apoyo a los alborotadores, después que Daesh perdiera la mayor parte de sus posiciones en Siria e Irak.

Al referirse a este asunto, el canciller persa, Mohammad Javad Zarif, que la postura de Daesh es una muestra de la alianza entre esta banda, Arabia Saudita y Estados Unidos.

“¡ÚItimo momento! La eterna pareja de Arabia Saudita y Daesh, siguiendo el liderazgo de Trump, aprueba la violencia, la muerte y la destrucción en Irán. ¿Cómo es que no nos sorprende?”, denunció Zarif en su cuenta de Twitter.

“Lo único que asusta al sistema de Irán es el caos y los disturbios”, publicó la revista Al-Naba, vinculada a Daesh.

En los últimos días, el presidente de EE.UU., Donald Trump —conforme a su controvertida costumbre de comentar en Twitter asuntos nacionales e internacionales—, publicó una serie de tuits, en los cuales incitó a los iraníes a crear disturbios, alabando al pueblo de Irán por lo que llamó “sus intentos por derrocar a su corrupto Gobierno”.

Varios analistas y observadores, así como las autoridades iraníes, asociaron el respaldo de Washington y Riad a los disturbios registrados en la República Islámica a un nuevo complot de estos países para desestabilizar Irán, luego de haber visto sus intereses incumplidos en Siria.

Un motivo similar podría justificar la reacción de la banda terrorista takfirí a la situación generada en Irán, si se tienen en cuenta sus derrotas en la región al perder la mayor parte de sus posiciones tanto en Siria como en Irak.