Venezuela consagró democracia y le dijo No a Trump
Para algunos analistas, el resultado en estos comicios fue un voto contra las sanciones imperialistas, para que Washington reciba un mensaje claro: "Venezuela es un país libre."
La transparencia de las elecciones regionales celebradas en Venezuela el 15 de octubre último, habla por si misma de la vocación democrática de este pueblo y sus autoridades para alcanzar un objetivo supremo, la paz.
Pese a ser vilipendiado por enemigos externos e internos que impulsaron la violencia y el terrorismo meses atrás, el proceso popular bolivariano decidió avanzar hacia el diálogo y la convivencia entre iguales.
Muchos son los reconocimientos al pueblo de El Libertador Simón Bolívar, entre ellos el del presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Maikel Moreno, quien encomió la labor de las diferentes instituciones del Estado que participaron en los comicios, entre ellas, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
El cuerpo armado, como en pocos países de América latina, fue garante del normal y pacífico desarrollo de las elecciones para gobernadores y gobernadoras, apreció Moreno.
Esa fuente también reiteró estar abierta al pueblo, garantizando que la justicia esté cada vez más cercana a la población, ofreciendo decisiones apegadas a la Carta Magna y las leyes.
Sin embargo, en estos caminos del señor, tan empedrados de buenas intenciones como otros, hay ovejas negras que tiran para su lado y esgrimen argumentos poco convincentes para ocultar oscuros intereses.
Según el periodista y director del diario Últimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel, la oposición venezolana utiliza la coartada del fraude cada vez que pierde una elección.
La oposición en Venezuela ha utilizado la estrategia de denunciar fraude en los más de 20 procesos electorales que se han realizado en el país suramericano. Casi como un hábito han usado a los medios de derecha y el escenario internacional para hablar de fraude sin que al momento se haya presentado prueba alguna para apoyar sus denuncias.
Los resultados de las regionales no han sido la excepción. Los miembros de la autodenominado Mesa de la Unidad Democrática el domingo 15 celebraban por anticipado una supuesta victoria sin que hubiese pronunciamiento del ente electoral al que una vez más desconocen y señalan.
La respuesta internacional de los adversarios del presidente Nicolás Maduro no se hicieron esperar. Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y algunos países latinoamericanos lanzaron sus dudas sobre el resultado de un proceso debidamente aauditado y validado por los más de mil acompañantes internacionales que presenciaron el evento.
"¿Cómo después de una observación tan eficiente, tan completa, tan integral, van a decir que hubo fraude?, dijo y preguntó ¿Hubo fraude en Zulia o hubo fraude en las elecciones de Anzoátegui o Táchira?
"Cabría preguntarse por qué la línea discursiva de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de cantar un supuesto fraude electoral pasa por alto que el sistema de votación venezolano estuvo avalado por 17 auditorías, aceptadas todas por los partidos políticos participantes, incluidos los de oposición, recordó.
Es muy sencillo, pudiera responderse. Las fuerzas de izquierda lideradas por el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) obtuvieron la victoria en 18 estados del país.
La MUD, obtuvo cinco gobernaciones: Anzoátegui, Mérida, Nueva Esparta, Táchira y Zulia.
En opinión de Díaz Rangel fue contundente la victoria con un 75 por ciento de las butacas en disputa para la izquierda, lo que "demostró su fortaleza, por su capacidad de movilización, que nunca la ha tenido la oposición, y por su organización”.
Pese a ser vilipendiado por enemigos externos e internos que impulsaron la violencia y el terrorismo meses atrás, el proceso popular bolivariano decidió avanzar hacia el diálogo y la convivencia entre iguales.
Muchos son los reconocimientos al pueblo de El Libertador Simón Bolívar, entre ellos el del presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Maikel Moreno, quien encomió la labor de las diferentes instituciones del Estado que participaron en los comicios, entre ellas, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
El cuerpo armado, como en pocos países de América latina, fue garante del normal y pacífico desarrollo de las elecciones para gobernadores y gobernadoras, apreció Moreno.
Esa fuente también reiteró estar abierta al pueblo, garantizando que la justicia esté cada vez más cercana a la población, ofreciendo decisiones apegadas a la Carta Magna y las leyes.
Sin embargo, en estos caminos del señor, tan empedrados de buenas intenciones como otros, hay ovejas negras que tiran para su lado y esgrimen argumentos poco convincentes para ocultar oscuros intereses.
Según el periodista y director del diario Últimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel, la oposición venezolana utiliza la coartada del fraude cada vez que pierde una elección.
La oposición en Venezuela ha utilizado la estrategia de denunciar fraude en los más de 20 procesos electorales que se han realizado en el país suramericano. Casi como un hábito han usado a los medios de derecha y el escenario internacional para hablar de fraude sin que al momento se haya presentado prueba alguna para apoyar sus denuncias.
Los resultados de las regionales no han sido la excepción. Los miembros de la autodenominado Mesa de la Unidad Democrática el domingo 15 celebraban por anticipado una supuesta victoria sin que hubiese pronunciamiento del ente electoral al que una vez más desconocen y señalan.
La respuesta internacional de los adversarios del presidente Nicolás Maduro no se hicieron esperar. Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y algunos países latinoamericanos lanzaron sus dudas sobre el resultado de un proceso debidamente aauditado y validado por los más de mil acompañantes internacionales que presenciaron el evento.
"¿Cómo después de una observación tan eficiente, tan completa, tan integral, van a decir que hubo fraude?, dijo y preguntó ¿Hubo fraude en Zulia o hubo fraude en las elecciones de Anzoátegui o Táchira?
"Cabría preguntarse por qué la línea discursiva de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de cantar un supuesto fraude electoral pasa por alto que el sistema de votación venezolano estuvo avalado por 17 auditorías, aceptadas todas por los partidos políticos participantes, incluidos los de oposición, recordó.
Es muy sencillo, pudiera responderse. Las fuerzas de izquierda lideradas por el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) obtuvieron la victoria en 18 estados del país.
La MUD, obtuvo cinco gobernaciones: Anzoátegui, Mérida, Nueva Esparta, Táchira y Zulia.
En opinión de Díaz Rangel fue contundente la victoria con un 75 por ciento de las butacas en disputa para la izquierda, lo que "demostró su fortaleza, por su capacidad de movilización, que nunca la ha tenido la oposición, y por su organización”.
Señaló que estos elementos hablan de la democracia en Venezuela, algo
que asusta a muchos de sus vecinos y principalmente a Estados Unidos,
cuyo gobierno encabezado por Donald Trump insiste en cortar de raíz el
ejemplo que eso representa para el mundo.
No pocos analistas abordan esta situación y señalan que el gobierno en el palacio de Miraflores y el pueblo en la calle deben estar atentos a la actuación de los nuevos gobernadores de los estados fronterizos con Colombia, Zulia y Táchira.
Del lado allá del límite fronterizo "tenemos un gobierno adversario de Venezuela, como es el del presidente Juan Manuel Santos, y tenemos en el exterior gente que estimula las acciones militares que pudieran desarrollarse desde el país vecino", advierte Díaz Rangel.
Gústele o no a la oposición, los comicios del 15 de octubre resultaron muy transparentes, lo que dificulta sus planes, o los de sus mandantes, acostumbrados a cantar fraude antes de conocerse los resultados.
Aunque pocas, las pérdidas de esos estados son sensibles para el partido de los rojos pues principalmente, Zulia, Táchira y Mérida, los primeros fronterizos con Colombia, y el segundo muy cercano al borde, tienen un fuerte peso en la economía del país y, especialmente, pudieran servir a los planes de agresión contra Venezuela.
En el otro bando, la pérdida de Miranda, un feudo opositor, fue un duro golpe para la MUD pues en ese estado se concentra un importante núcleo de la oposición violenta.
Por lo pronto, y pese a la negativa de la MUD de reconocer la victoria aplastante alcanzada por el PSUV, el presidente Nicolás Maduro extendió su mano a los rivales para fijar un camino de gobierno en un ambiente de paz.
No pocos analistas abordan esta situación y señalan que el gobierno en el palacio de Miraflores y el pueblo en la calle deben estar atentos a la actuación de los nuevos gobernadores de los estados fronterizos con Colombia, Zulia y Táchira.
Del lado allá del límite fronterizo "tenemos un gobierno adversario de Venezuela, como es el del presidente Juan Manuel Santos, y tenemos en el exterior gente que estimula las acciones militares que pudieran desarrollarse desde el país vecino", advierte Díaz Rangel.
Gústele o no a la oposición, los comicios del 15 de octubre resultaron muy transparentes, lo que dificulta sus planes, o los de sus mandantes, acostumbrados a cantar fraude antes de conocerse los resultados.
Aunque pocas, las pérdidas de esos estados son sensibles para el partido de los rojos pues principalmente, Zulia, Táchira y Mérida, los primeros fronterizos con Colombia, y el segundo muy cercano al borde, tienen un fuerte peso en la economía del país y, especialmente, pudieran servir a los planes de agresión contra Venezuela.
En el otro bando, la pérdida de Miranda, un feudo opositor, fue un duro golpe para la MUD pues en ese estado se concentra un importante núcleo de la oposición violenta.
Por lo pronto, y pese a la negativa de la MUD de reconocer la victoria aplastante alcanzada por el PSUV, el presidente Nicolás Maduro extendió su mano a los rivales para fijar un camino de gobierno en un ambiente de paz.