Haley retoma acusaciones contra Siria por presunto uso de armas químicas
La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, retomó las acusaciones contra el gobierno sirio por el supuesto uso de armas químicas en el conflicto de la nación levantina.

Según el reporte de Prensa Latina, en una declaración, la diplomática citó como fuente a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) acerca de un alegado empleo de gas sarín en marzo pasado.
Llama la atención que medios occidentales de prensa también se hicieran eco de la noticia, cuando falta poco para que expire el Mecanismo de Investigación Conjunta (JIM), una iniciativa creada en 2015 por el Consejo de Seguridad, conformada por la ONU y la OPAQ.
A juicio de Haley, la renovación del Mecanismo es una prioridad para Washington, que insiste en atribuir al gobierno del presidente Bashar al Assad el uso de gases letales, pese a que Damasco se incorporó a la Convención para la Prohibición de Armas Químicas en 2013 y eliminó todos sus agentes con supervisión internacional.
Añadió que el gobierno sirio tiene que rendir cuentas por las muertes de inocentes.
Estados Unidos agredió en abril al país levantino con alrededor de 60 misiles Tomahawk, que destruyeron una base aérea y causaron bajas civiles, tras acusar al gobierno de asesinar a decenas de personas con sarín en Khan Cheikhun, Idleb.
Por su parte, Damasco ha reiterado que no utiliza los mortales gases y denuncia que Washington y sus aliados esgrimen el tema de las armas químicas para justificar su injerencia en un conflicto de más de seis años.
Rusia también alertó sobre maniobras para culpar a Siria de emplear las sustancias peligrosas y reclama objetividad al JIM, mecanismo que ya ha señalado antes el uso de las mismas.
Llama la atención que medios occidentales de prensa también se hicieran eco de la noticia, cuando falta poco para que expire el Mecanismo de Investigación Conjunta (JIM), una iniciativa creada en 2015 por el Consejo de Seguridad, conformada por la ONU y la OPAQ.
A juicio de Haley, la renovación del Mecanismo es una prioridad para Washington, que insiste en atribuir al gobierno del presidente Bashar al Assad el uso de gases letales, pese a que Damasco se incorporó a la Convención para la Prohibición de Armas Químicas en 2013 y eliminó todos sus agentes con supervisión internacional.
Añadió que el gobierno sirio tiene que rendir cuentas por las muertes de inocentes.
Estados Unidos agredió en abril al país levantino con alrededor de 60 misiles Tomahawk, que destruyeron una base aérea y causaron bajas civiles, tras acusar al gobierno de asesinar a decenas de personas con sarín en Khan Cheikhun, Idleb.
Por su parte, Damasco ha reiterado que no utiliza los mortales gases y denuncia que Washington y sus aliados esgrimen el tema de las armas químicas para justificar su injerencia en un conflicto de más de seis años.
Rusia también alertó sobre maniobras para culpar a Siria de emplear las sustancias peligrosas y reclama objetividad al JIM, mecanismo que ya ha señalado antes el uso de las mismas.