Al Sarraj había propuesto una hoja de ruta para llevar al país hacia la celebración de elecciones generales y una fase de transición. La propuesta es aún motivo de controversias con el gobierno del este de Libia. Se une a ello, la tensión que existe entre el Gobierno de Reconciliación presidido, por Al Sarraj, y Khalifa Haftar, en cuanto al otorgamiento de permisos a piezas de la marina italiana para que ingresen a aguas territoriales libias. 

De acuerdo con el propio Al Sarraj, “se discutieron los detalles de la hoja de ruta que propuse para encontrar un denominador común con el fin de alcanzar una situación más estable, después de que nos dimos cuenta que las cosas habían llegado a un callejón sin salida. Discutimos también los resultados del encuentro de París y de los otros en los que participaron las fuerzas políticas y personalidades. Todos afirmaron que no hay alternativa al acuerdo político".

Según Nizar Maqni, periodista experto en el tema libio, los países vecinos de Libia, y en particular Túnez habían iniciado gestiones para contener la crisis de Libia sobre la base del acuerdo de Al Skhirat, pero el desarrollo de los recientes acontecimientos en el ámbito de la seguridad y el hecho de que las partes del conflicto se han aferrado a sus posiciones, todo eso ha agravado la crisis.

Por su parte, el analista político, Al Jamii al Qasimi, dijo que la hoja de ruta propuesta por Faez al Sarraj consta de nueve puntos esenciales, que comienzan con la celebración de elecciones presidenciales y legislativas, acto seguido plantea la formación de un comité supremo de reconciliación, además de otros puntos, pero la sincronización de la iniciativa fue interpretada como un intento para eludir o evadir los resultados de la reunión de París, patrocinada por el presidente Macron. Por tal razón -apuntó- esto no encontró el eco requerido.