Los manifestantes condenaron el apoyo de Washington a la agresión saudita contra su país y denunciaron su participación en los crímenes contra su pueblo a partir del apoyo armamentístico a ese reino árabe.

Los indignados aseguraron que seguirán resistiendo ante la agresión liderada por Estados Unidos.

Al otro lado de la frontera, en Riad, Donald Trump participa en la ceremonia de bienvenida que le brinda el rey Salman bin Abdulziz, y baila la danza tradicional saudita con espadas.


Durante la visita de Trump a Riad fueron firmados importantes acuerdos en el ámbito militar por valor de 110 mil millones de dólares entre varias compañías estadounidenses y sauditas. Armas que se emplean luego en la guerra de Yemen.

Por otro lado, se reportó que en el departamento yemenita de Maqbanah, en el oeste de Taiz, seis personas -entre ellos un niño- murieron y otras dos resultaron heridas, víctimas de dos incursiones aéreas de la coalición saudita contra el mercado popular de al Barh. 

Una fuente militar confirmó a Al Mayadeen la muerte de un soldado saudita baleado por fuerzas del ejército y los Comités populares en el puesto de Nashmah, en Asir.  

También reportó que las fuerzas yemenitas bombardearon con cohetes Katyusha y obuses de artillería, dos puestos recién instalados del ejército saudita en las zonas de al Shabaka y al Sudais en Najran, territorios del reino.