ISW: Irán cambia para siempre el equilibrio de poder en el Medio Oriente
Irán está transformando sus fuerzas armadas para poder llevar a cabo una guerra cuasi-convencional a cientos de millas de sus fronteras. Esta capacidad puede alterar el cálculo estratégico y el equilibrio de poder dentro del Medio Oriente.

Según el Instituto de Estudios de Guerra (ISW), esto no es un fenómeno transitorio. Los líderes militares iraníes desplegaron a miles de soldados de sus ramas militares durante 15 meses para recuperar la ciudad de Alepo City por medio de las fuerzas de Al Assad; reorientaron fuerzas que tradicionalmente se habían centrado en operaciones defensivas para convertirlas en una fuerza expedicionaria capaz de realizar operaciones sostenidas en el extranjero, por primera vez desde el final de la guerra entre Irán e Irak.
A juicio de expertos, estos acontecimientos señalan un cambio estratégico más grande por parte del liderazgo militar de Irán hacia una postura más agresiva en la región.
Asimismo, consideran que Irán está descubriendo que las capacidades asimétricas diseñadas para disuadir a Estados Unidos o Israel son insuficientes para llevar a cabo las operaciones militares más convencionales requeridas en Siria y en otros lugares. De esa manera, el ejército iraní está superando importantes obstáculos institucionales para cumplir con estos nuevos requisitos.
La batalla de Alepo reflejó el éxito de Irán en aplicar este nuevo enfoque a la guerra. Las tropas terrestres iraníes aumentaron las capacidades de los proxies, lo que permitió a sus fuerzas tomar y retener en el terreno clave de la oposición.
Al mismo tiempo, las fuerzas iraníes generaron planes de campaña con éxito, lucharon junto a socios locales y extranjeros, sufrieron grandes bajas y regresaron al frente con un ritmo de rotación sostenido. Los militares iraníes también expusieron a su nueva generación de líderes a la lucha, y los posicionaron para seguir desarrollando la doctrina e instituciones militares iraníes a lo largo de este camino.
Para los analistas de ISW, la continua evolución de Irán de su modelo híbrido de guerra en Siria fortalecerá su capacidad de proyectar poder en el Medio Oriente. Los procedimientos y tácticas que las fuerzas iraníes han desarrollado en Siria facilitarán los esfuerzos de Teherán para desplegar fuerzas en otros teatros de operaciones militares como Irak o El Líbano.
La consolidación de la influencia iraní en Siria permite a Teherán expandir y mejorar las capacidades de sus proxies y dirigirlos contra los intereses y aliados estadounidenses si así lo desea.
El alcance de las operaciones de combate iraní en Siria garantiza que Irán seguirá siendo un jugador dominante en el terreno, independientemente de cualquier cambio en la posición oficial de Rusia sobre la participación iraní.
El informe de ISW señala que los líderes de Irán han decidido por primera vez en la historia de la República Islámica centrarse en desarrollar una capacidad de proyección de fuerza convencional que pueda desafiar seriamente a las fuerzas armadas de sus vecinos. El equilibrio de poder en la región puede ser alterado para siempre por esa decisión.
A juicio de expertos, estos acontecimientos señalan un cambio estratégico más grande por parte del liderazgo militar de Irán hacia una postura más agresiva en la región.
Asimismo, consideran que Irán está descubriendo que las capacidades asimétricas diseñadas para disuadir a Estados Unidos o Israel son insuficientes para llevar a cabo las operaciones militares más convencionales requeridas en Siria y en otros lugares. De esa manera, el ejército iraní está superando importantes obstáculos institucionales para cumplir con estos nuevos requisitos.
La batalla de Alepo reflejó el éxito de Irán en aplicar este nuevo enfoque a la guerra. Las tropas terrestres iraníes aumentaron las capacidades de los proxies, lo que permitió a sus fuerzas tomar y retener en el terreno clave de la oposición.
Al mismo tiempo, las fuerzas iraníes generaron planes de campaña con éxito, lucharon junto a socios locales y extranjeros, sufrieron grandes bajas y regresaron al frente con un ritmo de rotación sostenido. Los militares iraníes también expusieron a su nueva generación de líderes a la lucha, y los posicionaron para seguir desarrollando la doctrina e instituciones militares iraníes a lo largo de este camino.
Para los analistas de ISW, la continua evolución de Irán de su modelo híbrido de guerra en Siria fortalecerá su capacidad de proyectar poder en el Medio Oriente. Los procedimientos y tácticas que las fuerzas iraníes han desarrollado en Siria facilitarán los esfuerzos de Teherán para desplegar fuerzas en otros teatros de operaciones militares como Irak o El Líbano.
La consolidación de la influencia iraní en Siria permite a Teherán expandir y mejorar las capacidades de sus proxies y dirigirlos contra los intereses y aliados estadounidenses si así lo desea.
El alcance de las operaciones de combate iraní en Siria garantiza que Irán seguirá siendo un jugador dominante en el terreno, independientemente de cualquier cambio en la posición oficial de Rusia sobre la participación iraní.
El informe de ISW señala que los líderes de Irán han decidido por primera vez en la historia de la República Islámica centrarse en desarrollar una capacidad de proyección de fuerza convencional que pueda desafiar seriamente a las fuerzas armadas de sus vecinos. El equilibrio de poder en la región puede ser alterado para siempre por esa decisión.