FDIM expresa su solidaridad con las causas justas de los pueblos del mundo
La Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM) se solidarizó con todas las causas justas de los pueblos que luchan por su libertad, autodeterminación, desarrollo y paz. Así quedó demostrado en la resolución emitida en su XVI Congreso, celebrado en Medellín, Colombia.
Las participantes manifestaron su beneplácito con el alto al fuego y el proceso de paz en Colombia, empeño en el que participaron con su resolución ante las organizaciones internacionales.
La Congreso condenó la ofensiva imperialista, sionista y reaccionaria que se escuda en las guerras religiosas y étnicas, alimenta los grupos terroristas en complicidad con Israel, se opone al reconocimiento del Estado de Palestina, irrespeta las recomendaciones de la ONU, agrava los ataques a la Franja de Gaza e incita el muro de apartheid.
Rechazó de manera resuelta la ocupación ilegal israelí de los territorios palestinos, y se pronunció por reafirmar el derecho del pueblo de Palestina a ser un Estado independiente con las fronteras definidas en el año de 1967, con la capital en Jerusalén y el derecho de los refugiados de poder regresar a su tierra de acuerdo con la Resolución 194.
Las guerras de Siria, Libia, Yemen, Irak -señaló el Congreso- demuestran como el imperialismo quiere poner las manos sobre los recursos naturales y tener fundamentalmente el control del petróleo.
También la organización destacó como prioridad su solidaridad con la República Saharaui que lucha por su independencia hace más de 40 años, con su pueblo a vivir separado, en campamentos en las zonas liberadas del desierto pero sujeto a una crisis humanitaria sin precedentes. Parte de la población que vive en las zonas ocupadas por el Reino de Marruecos, está sujeta a un clima feroz de represión con detenciones y atrocidades ilegales.
Con total indiferencia por las resoluciones de la ONU, Marruecos lanzan amenazas permanentes de invasión militar. Las mujeres y el pueblo reclaman justicia y la realización de un referéndum por la autodeterminación. Se exige al Consejo de Seguridad de la ONU una rápida intervención para poner fin a la ocupación de la última colonia en África.
La Congreso condenó la ofensiva imperialista, sionista y reaccionaria que se escuda en las guerras religiosas y étnicas, alimenta los grupos terroristas en complicidad con Israel, se opone al reconocimiento del Estado de Palestina, irrespeta las recomendaciones de la ONU, agrava los ataques a la Franja de Gaza e incita el muro de apartheid.
Rechazó de manera resuelta la ocupación ilegal israelí de los territorios palestinos, y se pronunció por reafirmar el derecho del pueblo de Palestina a ser un Estado independiente con las fronteras definidas en el año de 1967, con la capital en Jerusalén y el derecho de los refugiados de poder regresar a su tierra de acuerdo con la Resolución 194.
Las guerras de Siria, Libia, Yemen, Irak -señaló el Congreso- demuestran como el imperialismo quiere poner las manos sobre los recursos naturales y tener fundamentalmente el control del petróleo.
También la organización destacó como prioridad su solidaridad con la República Saharaui que lucha por su independencia hace más de 40 años, con su pueblo a vivir separado, en campamentos en las zonas liberadas del desierto pero sujeto a una crisis humanitaria sin precedentes. Parte de la población que vive en las zonas ocupadas por el Reino de Marruecos, está sujeta a un clima feroz de represión con detenciones y atrocidades ilegales.
Con total indiferencia por las resoluciones de la ONU, Marruecos lanzan amenazas permanentes de invasión militar. Las mujeres y el pueblo reclaman justicia y la realización de un referéndum por la autodeterminación. Se exige al Consejo de Seguridad de la ONU una rápida intervención para poner fin a la ocupación de la última colonia en África.
Apuntó que las mujeres son las más sacrificadas en las zonas de conflicto armado. Son víctimas de asesinatos, violencias, físicas y sexuales, desplazados y migraciones, sufren un verdadero infierno en las zonas controladas por grupos terroristas.
La FDIM y sus organizaciones afiliadas se unieron también en la defensa de la lucha de las mujeres venezolanas y de los pueblos de América Latina que luchan por un mundo más justo y libre, y reclamaron el fin del cruel y genocida bloqueo impuesto por EE.UU. a Cuba.
Igualmente denunciaron el golpe constitucional en Brasil contra la expresidenta Dilma Rousseff, y expresaron su solidaridad con la Revolución Ciudadana del Ecuador, también amenazada por fuerzas reaccionarias.
La FDIM y sus organizaciones afiliadas se unieron también en la defensa de la lucha de las mujeres venezolanas y de los pueblos de América Latina que luchan por un mundo más justo y libre, y reclamaron el fin del cruel y genocida bloqueo impuesto por EE.UU. a Cuba.
Igualmente denunciaron el golpe constitucional en Brasil contra la expresidenta Dilma Rousseff, y expresaron su solidaridad con la Revolución Ciudadana del Ecuador, también amenazada por fuerzas reaccionarias.
La federación internacional abrazó la lucha de las mujeres y de los pueblos africanos que viven una situación de conflicto, y se pronunciaron en favor de las causas de la paz en todo el mundo y por una cultura de mutuo respeto, independencia y soberanía, con el reconocimiento inamovible del derecho de los pueblos a decidir libremente sus destinos.
Asimismo, exigieron el respeto por el estado democrático en Guinea Bissau, y respetar los resultados de las recientes elecciones y el fin del conflicto en la Región de Los Grandes Lagos.
Las delegadas reunidas en Medellín asumieron un vigoroso y determinado combate contra la violencia y guerras inspiradas y agravadas por los intereses del capitalismo, con una visión neocolonialista en muchos países, donde los pueblos viven tiempos difíciles, fruto de las guerras de ocupación, la destrucción de vidas, desnutrición, enfermedades y una incertidumbre en cuanto al futuro.
Asimismo, exigieron el respeto por el estado democrático en Guinea Bissau, y respetar los resultados de las recientes elecciones y el fin del conflicto en la Región de Los Grandes Lagos.
Las delegadas reunidas en Medellín asumieron un vigoroso y determinado combate contra la violencia y guerras inspiradas y agravadas por los intereses del capitalismo, con una visión neocolonialista en muchos países, donde los pueblos viven tiempos difíciles, fruto de las guerras de ocupación, la destrucción de vidas, desnutrición, enfermedades y una incertidumbre en cuanto al futuro.
En ese sentido, la organización femenina llamó a articular la lucha por los derechos de las mujeres con la lucha por la liberación del imperialismo y el fin del poder de los monopolios con la construcción de una sociedad en la que las personas puedan vivir felices y la riqueza sea distribuida en función de las necesidades y el bien de todos.
Las dificultades del sistema de explotación en que vivimos son intensificadas con la agresión imperialista y con las guerras situadas estratégicamente, que tiene originado miles de refugiados y pobres, víctimas de esta agresión, alertó la resolución.
Añadió que la FDIM no es indiferente a la destrucción masiva provocada por las guerras, la dilapidación del patrimonio natural y cultural de la humanidad, los millones de niños y niñas huérfanos y abandonados, fruto de las ansias de poder y de la explotación de los grandes magnates.
Las dificultades del sistema de explotación en que vivimos son intensificadas con la agresión imperialista y con las guerras situadas estratégicamente, que tiene originado miles de refugiados y pobres, víctimas de esta agresión, alertó la resolución.
Añadió que la FDIM no es indiferente a la destrucción masiva provocada por las guerras, la dilapidación del patrimonio natural y cultural de la humanidad, los millones de niños y niñas huérfanos y abandonados, fruto de las ansias de poder y de la explotación de los grandes magnates.
Las mujeres también condenaron cómo los medios occidentales intentan falsificar la realidad en Corea del Norte, nación a la que acusan de violar los derechos humanos.
Al respecto, exigió a los EE.UU. que renuncie a su insistente política de hostilidad contra Corea del Norte, y suspenda la presión internacional para asfixiar a esa nación asiática.
De igual forma el XVI Congreso manifestó el apoyo a la lucha de las mujeres filipinas por una paz justa en su país y rechazó los conflictos armados que han generado la pobreza y la injusticia social del pueblo, afectando millones de mujeres.
Al respecto, exigió a los EE.UU. que renuncie a su insistente política de hostilidad contra Corea del Norte, y suspenda la presión internacional para asfixiar a esa nación asiática.
De igual forma el XVI Congreso manifestó el apoyo a la lucha de las mujeres filipinas por una paz justa en su país y rechazó los conflictos armados que han generado la pobreza y la injusticia social del pueblo, afectando millones de mujeres.
Asimismo, expresó su preocupación con el aumento del militarismo de China en Asia, con la violación por parte de China del derecho internacional en el Mar del Este y la violación de la soberanía de las Filipinas, Vietnam y otros países.
La FDIM también se solidarizó con la lucha de las mujeres de Chipre por la resolución urgente del problema de la ocupación de parte de su territorio.
La organización alertó que el mundo asiste a una nueva carrera armamentista, a la multiplicación de bases militares de EE.UU. en el este europeo.
El imperialismo avanza con nuevos y sofisticados dispositivos militares de la OTAN, hasta las fronteras de Rusia. Se trata de un foco de guerra mucho más peligroso por cuanto se desarrolla en el marco de la más profunda y prolongada crisis capitalista y en el que es visible la intención de los sectores más reaccionarios y agresivos del gran capital, para volver al fascismo y a la guerra para dirimir sus contradicciones a cuesta de astronómicas destrucciones materiales y humanas, concluyó.
La FDIM también se solidarizó con la lucha de las mujeres de Chipre por la resolución urgente del problema de la ocupación de parte de su territorio.
La organización alertó que el mundo asiste a una nueva carrera armamentista, a la multiplicación de bases militares de EE.UU. en el este europeo.
El imperialismo avanza con nuevos y sofisticados dispositivos militares de la OTAN, hasta las fronteras de Rusia. Se trata de un foco de guerra mucho más peligroso por cuanto se desarrolla en el marco de la más profunda y prolongada crisis capitalista y en el que es visible la intención de los sectores más reaccionarios y agresivos del gran capital, para volver al fascismo y a la guerra para dirimir sus contradicciones a cuesta de astronómicas destrucciones materiales y humanas, concluyó.