Lavrov y Kerry se reúnen en Ginebra en busca de un plan de paz para Siria
Tras días de contactos telefónicos y anuncios sobre la existencia de una posibilidad de avanzar hacia un acuerdo entre las partes sobre la situación en Siria, los jefes de la Diplomacia de Rusia y EE.UU., Serguei Lavrov y John Kerry, respectivamente, a reunirse otra vez en Ginebra.

La reunión se centrará en reducir la violencia, ampliar la ayuda humanitaria a los sirios y avanzar hacia una solución política necesaria para terminar la guerra, explicó el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, John Kirby.
El enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, Staffan de Mistura, declaró que si Moscú y Washington llegan a un nuevo acuerdo de cese de hostilidades en Siria, no solo tendrá un efecto positivo en términos humanitarios, sino que haría posible relanzar las negociaciones de paz.
El encuentro de hoy en Ginebra se realiza pese al fracaso de los intentos para alcanzar un pacto estadounidense-ruso en los últimos meses para poner fin al conflicto en el país árabe, donde la Casa Blanca y el Kremlin apoyan a bandos opuestos.
Las innumerables reuniones de Lavrov y Kerry han provocado muchas críticas en Estados Unidos. Se acusa al secretario de Estado estadounidense de correr tras su par ruso para intentar arrancar un acuerdo sobre Siria a cualquier precio, cuatro meses antes del fin de la presidencia de Barack Obama.
El enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, Staffan de Mistura, declaró que si Moscú y Washington llegan a un nuevo acuerdo de cese de hostilidades en Siria, no solo tendrá un efecto positivo en términos humanitarios, sino que haría posible relanzar las negociaciones de paz.
El encuentro de hoy en Ginebra se realiza pese al fracaso de los intentos para alcanzar un pacto estadounidense-ruso en los últimos meses para poner fin al conflicto en el país árabe, donde la Casa Blanca y el Kremlin apoyan a bandos opuestos.
Las innumerables reuniones de Lavrov y Kerry han provocado muchas críticas en Estados Unidos. Se acusa al secretario de Estado estadounidense de correr tras su par ruso para intentar arrancar un acuerdo sobre Siria a cualquier precio, cuatro meses antes del fin de la presidencia de Barack Obama.