ONU rechaza disolución de Al wefaq en Bahrein
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra´ad Al Hussein, cuestionó la decisión de una Corte de Bahrein de disolver a Al Wefaq, mayor grupo opositor chiita del país.

En una declaración del organismo, el funcionario señaló que la medida se produjo pese a los llamados de la comunidad internacional a evitar una escalada de las tensiones políticas internas.
La disolución de Al Wefaq -señaló Al Hussein- sigue a una serie de acciones en los últimos meses para neutralizar a la oposición.
El documento instó a las autoridades y a las instituciones defensoras de los derechos humanos a garantizar las libertades individuales y colectivas, como la libre expresión y asociación pacíficas.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, manifestó preocupación por la medida contra Al Wefaq y las restricciones dirigidas a opositores y defensores de los derechos humanos, entre ellas la revocación de la nacionalidad y la prohibición de movimiento.
A su juicio, esas acciones complican el panorama político en el país del Golfo Pérsico.
No obstante, el reino bahreiní calificó de interferencia en sus asuntos internos las críticas de los máximos responsables diplomáticos de Estados Unidos y Gran Bretaña a acciones contra opositores políticos, en particular la disolución de la sociedad Al-Wefaq.
En ese sentido, la Cancillería bahreiní mostró su rechazo a las declaraciones del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y del de Asuntos Exteriores británico, Boris Johnson.
Añadió que los pronunciamientos de los titulares de exteriores estadounidense y británico son injustificados y únicamente alientan a grupos que respaldan el extremismo y el terrorismo, en abierta alusión a la Sociedad Nacional Islámica Al-Wefaq.
Kerry valoró la disolución de Al-Wefaq como el último en una serie de pasos desconcertantes en Bahrein y pidió al gobierno revertir medidas recientes y retomar con urgencia la senda de la reconciliación.
A su vez, el canciller británico urgió a Manama a garantizar y proteger las libertades políticas de todos sus ciudadanos.
El fallo de la Corte Suprema Administrativa fue -por otro lado- aplaudido por socios de este país en el Consejo de Cooperación del Golfo y criticado por defensores de los derechos humanos.
La disolución de Al Wefaq -señaló Al Hussein- sigue a una serie de acciones en los últimos meses para neutralizar a la oposición.
El documento instó a las autoridades y a las instituciones defensoras de los derechos humanos a garantizar las libertades individuales y colectivas, como la libre expresión y asociación pacíficas.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, manifestó preocupación por la medida contra Al Wefaq y las restricciones dirigidas a opositores y defensores de los derechos humanos, entre ellas la revocación de la nacionalidad y la prohibición de movimiento.
A su juicio, esas acciones complican el panorama político en el país del Golfo Pérsico.
No obstante, el reino bahreiní calificó de interferencia en sus asuntos internos las críticas de los máximos responsables diplomáticos de Estados Unidos y Gran Bretaña a acciones contra opositores políticos, en particular la disolución de la sociedad Al-Wefaq.
En ese sentido, la Cancillería bahreiní mostró su rechazo a las declaraciones del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y del de Asuntos Exteriores británico, Boris Johnson.
Añadió que los pronunciamientos de los titulares de exteriores estadounidense y británico son injustificados y únicamente alientan a grupos que respaldan el extremismo y el terrorismo, en abierta alusión a la Sociedad Nacional Islámica Al-Wefaq.
Kerry valoró la disolución de Al-Wefaq como el último en una serie de pasos desconcertantes en Bahrein y pidió al gobierno revertir medidas recientes y retomar con urgencia la senda de la reconciliación.
A su vez, el canciller británico urgió a Manama a garantizar y proteger las libertades políticas de todos sus ciudadanos.
El fallo de la Corte Suprema Administrativa fue -por otro lado- aplaudido por socios de este país en el Consejo de Cooperación del Golfo y criticado por defensores de los derechos humanos.