Permisos de viajes a Cuba, en el centro del debate político estadounidense
Flexibilizar en lo posible las regulaciones impuestas por el Congreso contra el derecho de los norteamericanos a viajar a Cuba, está en el centro del debate político estadounidense, precisa un reporte de de la cadena noticiosa ABC News.
El Departamento del Tesoro evalúa un conjunto de medidas para permitir a todos los ciudadanos trasladarse a la isla como individuos y no en grupos o con otros coordinadores que actúan como terceras partes en este tipo de visitas.
A su vez, la Administración Federal de Aviación contacta con las autoridades cubanas para reanudar los vuelos comerciales entre los dos países.
Según ABC, no existe un plazo específico para el acuerdo entre las autoridades aeronáuticas de las dos naciones, pero esto pudiera suceder para finales del presente año.
Hasta el momento, los estadounidenses que viajan a Cuba tienen que estar dentro de 12 categorías aprobadas por el gobierno norteamericano el 15 de enero pasado.
La misma fuente añadió que Obama también planifica implementar cambios en las prohibiciones para otorgar créditos a Cuba, con el fin de facilitar las compras de entidades cubanas de productos de la nación norteña, adquisiciones que ahora realizan mediante pagos por adelantado y en efectivo.
Por otra parte, un artículo del diario The Wall Street Journal se hizo eco de gestiones de la Casa Blanca para reanudar los vuelos comerciales a Cuba, sin embargo, el Departamento de Estado dijo que las autoridades de ambas naciones siguen en contacto sobre el tema, pero aún no hay una decisión al respecto.
No obstante, John Kirby, vocero de dicha agencia federal, afirmó que aunque llegara a adoptarse esa medida, los pasajeros seguirán limitados a las 12 categorías antes mencionadas, mientras el Congreso no levante el veto al turismo.
Otros reportes indican que el Departamento del Tesoro permitió en enero pasado los vuelos regulares de empresas de transporte aéreo, y en los recientes meses American Airlines incrementó sus vuelos charters a Cuba y anunció la víspera otros adicionales cada semana desde Los Ángeles, California, hasta La Habana.
JetBlue y Delta también están interesados en proveer itinerarios regulares a la nación caribeña desde varias ciudades, tan pronto como lo permitan las leyes.
El 23 de julio pasado el Comité de Asignaciones del Senado aprobó por 18 votos a favor y 12 en contra una enmienda que prevé derogar la prohibición a los norteamericanos de viajar a Cuba, pero la iniciativa tiene pendiente aún un largo proceso dentro del Capitolio antes de convertirse en ley.
A juicio de la Cancillería cubana, aunque el bloqueo económico, comercial y financiero solo puede levantarlo el Congreso, Obama tiene amplias facultades ejecutivas para relajar una parte considerable de esas sanciones unilaterales.
Existen otros aspectos que Obama no puede cambiar: La prohibición a subsidiarias de Estados Unidos en terceros países a comerciar bienes con Cuba, recogida en la Ley para la Democracia Cubana de 1992 (más conocida como Ley Torricelli), la imposibilidad de realizar transacciones con propiedades norteamericanas que fueron nacionalizadas por Cuba, lo cual está prohibido por la Ley Helms-Burton.
El otro escollo es la Ley de Reforma de las Sanciones Comerciales y Ampliación de las Exportaciones del 2000, que prohíbe los viajes de los estadounidenses a Cuba como turistas y obliga a la isla a pagar en efectivo y por adelantado las compras de productos agrícolas.
A su vez, la Administración Federal de Aviación contacta con las autoridades cubanas para reanudar los vuelos comerciales entre los dos países.
Según ABC, no existe un plazo específico para el acuerdo entre las autoridades aeronáuticas de las dos naciones, pero esto pudiera suceder para finales del presente año.
Hasta el momento, los estadounidenses que viajan a Cuba tienen que estar dentro de 12 categorías aprobadas por el gobierno norteamericano el 15 de enero pasado.
La misma fuente añadió que Obama también planifica implementar cambios en las prohibiciones para otorgar créditos a Cuba, con el fin de facilitar las compras de entidades cubanas de productos de la nación norteña, adquisiciones que ahora realizan mediante pagos por adelantado y en efectivo.
Por otra parte, un artículo del diario The Wall Street Journal se hizo eco de gestiones de la Casa Blanca para reanudar los vuelos comerciales a Cuba, sin embargo, el Departamento de Estado dijo que las autoridades de ambas naciones siguen en contacto sobre el tema, pero aún no hay una decisión al respecto.
No obstante, John Kirby, vocero de dicha agencia federal, afirmó que aunque llegara a adoptarse esa medida, los pasajeros seguirán limitados a las 12 categorías antes mencionadas, mientras el Congreso no levante el veto al turismo.
Otros reportes indican que el Departamento del Tesoro permitió en enero pasado los vuelos regulares de empresas de transporte aéreo, y en los recientes meses American Airlines incrementó sus vuelos charters a Cuba y anunció la víspera otros adicionales cada semana desde Los Ángeles, California, hasta La Habana.
JetBlue y Delta también están interesados en proveer itinerarios regulares a la nación caribeña desde varias ciudades, tan pronto como lo permitan las leyes.
El 23 de julio pasado el Comité de Asignaciones del Senado aprobó por 18 votos a favor y 12 en contra una enmienda que prevé derogar la prohibición a los norteamericanos de viajar a Cuba, pero la iniciativa tiene pendiente aún un largo proceso dentro del Capitolio antes de convertirse en ley.
A juicio de la Cancillería cubana, aunque el bloqueo económico, comercial y financiero solo puede levantarlo el Congreso, Obama tiene amplias facultades ejecutivas para relajar una parte considerable de esas sanciones unilaterales.
Existen otros aspectos que Obama no puede cambiar: La prohibición a subsidiarias de Estados Unidos en terceros países a comerciar bienes con Cuba, recogida en la Ley para la Democracia Cubana de 1992 (más conocida como Ley Torricelli), la imposibilidad de realizar transacciones con propiedades norteamericanas que fueron nacionalizadas por Cuba, lo cual está prohibido por la Ley Helms-Burton.
El otro escollo es la Ley de Reforma de las Sanciones Comerciales y Ampliación de las Exportaciones del 2000, que prohíbe los viajes de los estadounidenses a Cuba como turistas y obliga a la isla a pagar en efectivo y por adelantado las compras de productos agrícolas.