El planeta se está quedando sin insectos
La acción conjunta de la agricultura y el cambio climático ha reducido las poblaciones de estas especies a la mitad en las zonas más alteradas por los humanos.
El cambio climático y el uso intensivo de la tierra para la agricultura han sido responsables de una reducción del 49 por ciento del número de insectos en las zonas más afectadas del mundo, según un estudio del University College de Londres (UCL).
Dicha investigación, publicada en Nature, es la primera en identificar que la interacción entre el aumento de las temperaturas y los cambios en el uso del suelo está provocando pérdidas generalizadas en numerosos grupos de insectos, afirman los autores.
"Muchos insectos parecen ser muy vulnerables a las presiones humanas, lo que resulta preocupante a medida que el cambio climático se agrava y las zonas agrícolas siguen expandiéndose", señala en un comunicado Charlie Outhwaite, de la UCL.
Según el investigador, las conclusiones de este trabajo ponen de manifiesto "la urgencia de adoptar medidas para preservar los hábitats naturales, frenar la expansión de la agricultura de alta intensidad y reducir las emisiones para mitigar el cambio climático".
La pérdida de poblaciones de insectos podría ser perjudicial no solo para el medioambiente natural, donde los insectos a menudo desempeñan funciones clave en los ecosistemas locales, sino también podría afectar a la salud humana y la seguridad alimentaria, en particular con la pérdida de polinizadores.
Punta del iceberg
"Nuestros hallazgos pueden representar solo la punta del iceberg, ya que hay pruebas limitadas en algunas áreas, en particular en los trópicos, donde encontramos reducciones bastante altas de la biodiversidad", afirma el artículo.
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores combinaron datos sobre cambios de temperatura y de uso del suelo con datos sobre la biodiversidad de los insectos en más de 6.000 lugares diferentes de todo el mundo, por un periodo de 20 años.
Descubrieron que, en aquellas con una agricultura de alta intensidad y un calentamiento climático considerable, el número de insectos era un 49 por ciento menor que en los hábitats más naturales sin calentamiento climático registrado, mientras que el número de especies diferentes era un 29 por ciento menor.
Las zonas tropicales registraron los mayores descensos de la biodiversidad de insectos relacionados con el uso del suelo y el cambio climático.
En cambio, el escrito refiere que, en las zonas con una agricultura de baja intensidad y un calentamiento climático considerable, el hábitat natural cercano equilibraba las pérdidas.