Las autoridades de Ecuador elevaron a 32 la cifra de fallecidos por el deslave ocurrido hace dos semanas en la comunidad de Alausí, en la provincia de Chimborazo.

Cuerpos de bomberos y rescatistas de otras ciudades, como Quito y Cuenca, continuaron en la búsqueda de víctimas debajo de las toneladas de tierra. 

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Desde la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) reportaron 56 desaparecidos y más de mil damnificados, así como 163 viviendas afectadas y 55 totalmente destruidas.

Técnicos del Instituto de Investigación Geológico y Energético y de la propia SGR aseguraron que las precipitaciones en la región durante las últimas horas formaron lagunas de agua y pusieron en riesgo a los rescatistas.

La actual temporada lluviosa también provocó esta semana deslaves que afectaron comunidades y carreteras, como en el cantón Girón, en la provincia de Azuay, en el sur del país.

El Gobierno anunció que destinaría 200 millones de dólares para ayudar a los afectados por el período de precipitaciones, el más fuerte de los últimos 15 años.