OMS habla sobre la nueva variante de COVID-19 detectada en Reino Unido
Las mutaciones incluyen cambios en la importante proteína en forma de espícula que el coronavirus SARS-CoV-2 usa para infectar a las células humanas
La jefa de la Unidad de Enfermedades Emergentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Maria Van Kerkhove, declaró este martes que no hay datos que muestren que la mutación del SARS-CoV-2 detectada en Reino Unido acelere la propagación del virus, como han reportado medios de prensa basados en declaraciones de científicos británicos.
El lunes, el secretario británico de Salud, Matt Hancock, anunció la detección de una cepa mutada cuya propagación estaría aumentando más rápido que la previamente existente, con más de 1 000 casos ya encontrados. Y este martes, científicos británicos dijeron que están tratando de establecer si la rápida propagación en el sur de Inglaterra de la nueva variante del virus que causa la COVID-19 está relacionada con mutaciones claves que han detectado en la cepa.
Las mutaciones incluyen cambios en la importante proteína en forma de espícula que el coronavirus SARS-CoV-2 usa para infectar a las células humanas, según un grupo de científicos que rastrea la genética del virus, pero no está claro aún si estas lo están haciendo más infeccioso.
“Se están realizando esfuerzos para confirmar si alguna de estas mutaciones está contribuyendo o no a una mayor transmisión”, dijeron en un comunicado investigadores del Consorcio COVID-19 Genomics UK (COG-UK).
Al abordar el tema, Maria Van Kerkhove aclaró que “según nuestros colegas del Reino Unido, no hay evidencia de que esta variante se comporte de manera diferente”, y añadió que los médicos continúan evaluando las características de la mutación.
Maria Van Kerkhove: “Esta es la variante N5O1Y, que en realidad ya está siendo monitoreada por el grupo de trabajo de evolución del virus. Ha surgido en el contexto de una variante en visones, identificada en otro lugar”.
La nueva variante, que los científicos británicos han denominado VUI-202012/01, incluye una mutación genética en la proteína espícula que, en teoría, podría hacer que la COVID-19 se propague más fácilmente entre las personas.