Leche de fórmula para bebés, un triste negocio
Las redes sociales y otras herramientas digitales son el vehículo ideal para difundir con persistencia entre mujeres embarazadas y madres información falsa sobre la lactancia, alerta la Organización Mundial de la Salud.
Los productores de leche de fórmula para bebés pagan a las plataformas de redes sociales para llegar a mujeres embarazadas y madres con el fin de hacerlas comprar los sucedáneos de la leche materna y renunciar al amamantamiento, reveló la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según un nuevo informe, la industria global de la leche de fórmula está valorada en unos 55.000 millones de dólares y busca seguir creciendo, para lo cual se dirige a las nuevas madres por medio de las redes sociales con contenido personalizado que no se percibe como publicidad.
“Los padres, y en particular las madres, son atacados de manera insidiosa y persistente en línea”, afirmó la OMS tras analizar las técnicas de mercadeo que utilizan actualmente los productores de leche de fórmula.
La agencia de la ONU muestreó cuatro millones de publicaciones en redes sociales sobre alimentación infantil divulgadas entre enero y junio de 2021 y encontró que esa información llegó a 2470 millones de personas y obtuvo 12 millones de reacciones que incluyeron marcas de “me gusta”, comentarios o compartición.
Compra de información
Los hallazgos revelaron también que las empresas compran o recopilan información personal de las nuevas madres o mujeres embarazadas a través de aplicaciones, grupos de apoyo virtuales, clubes de madres de bebés, infuencers pagados, promociones, concursos, foros y servicios de asesoramiento.
Según la OMS, las compañías publican contenido en sus cuentas de redes sociales unas 90 veces al día y llegan a 229 millones de usuarios, cifra que triplica las publicaciones informativas sobre lactancia materna de cuentas no comerciales.
Transgresión de un acuerdo
La OMS recordó que esta proliferación de la comercialización digital de leche de fórmula viola el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, adoptado por la Asamblea Mundial de la Salud de 1981.
El Código es un acuerdo histórico de salud pública diseñado para proteger al público en general y a las madres en particular del mercadeo agresivo de la industria de alimentos para bebés que afecta negativamente la práctica de la lactancia.
Según la Organización Mundial de la Salud, hace falta reforzar la regulación para que estas formas de marketing dejen de evadir el escrutinio de las autoridades sanitarias nacionales de los países.