Turquía debe ser procesada por el genocidio yazidí, dicen abogados de derechos humanos
Los magistrados que forman parte de la Comisión de Justicia Yazidi (YJC) dijeron que debería haber rendición de cuentas bajo el derecho internacional para los países involucrados bajo la Convención de Genocidio. El presidente de la comisión, Sir Geoffrey Nice QC, describió el genocidio del pueblo yazidi como una "locura llena de maldad".
El diario británico The Guardian informó en un reportaje exclusivo que una investigación realizada por un grupo de destacados abogados de derechos humanos concluyó que Turquía debería enfrentar acusaciones ante la Corte Internacional de Justicia por su complicidad en el genocidio contra la minoría yazidí en Iraq, mientras que los gobiernos de Iraq y Siria fracasaron para evitar las matanzas.
El informe, respaldado por la abogada británica de derechos humanos Helena Kennedy, busca resaltar la responsabilidad vinculante que tienen los estados de prevenir el genocidio en su territorio, incluso si lo lleva a cabo un tercero como Daesh.
Los abogados, que forman parte de la Comisión de Justicia Yazidi (YJC), dijeron que debería haber rendición de cuentas bajo el derecho internacional para los países involucrados bajo la Convención de Genocidio. El presidente de la comisión, Sir Geoffrey Nice QC, describió el genocidio del pueblo yazidi como una "locura llena de maldad".
El informe, resultado de una investigación de tres años que examinó el comportamiento de 13 países, concluyó que tres de ellos no cumplieron con su deber de tomar medidas razonables para prevenir el genocidio.
En el caso de Turquía, la comisión llegó a acusar a sus líderes de complicidad en las masacres, y afirmó que no había vigilado sus fronteras para detener el libre flujo de combatientes de Daesh, incluido un gran número de ciudadanos turcos. Por su parte, funcionarios turcos dijeron que las críticas eran infundadas.
La comisión afirmó que, a partir de abril de 2014, los funcionarios turcos habían hecho la vista gorda ante la venta, transferencia y esclavización de mujeres y niños yazidíes, y habían ayudado a entrenar a los combatientes de Daesh para luchar contra los enemigos de Turquía, los kurdos en Siria, fortaleciendo así la capacidad de los perpetradores del genocidio.
“Los funcionarios turcos sabían y/o cegaron deliberadamente la evidencia de que estos individuos (terroristas de Daesh) utilizarían este entrenamiento para cometer actos prohibidos contra los yazidíes”, dice el informe.
El texto añadió acusaciones similares contra algunos estados del Golfo árabe, incluido Qatar, pero no se proporcionó suficiente evidencia.
El informe de 278 páginas reconoció que en junio de 2014 Iraq había pedido a las Naciones Unidas que reconocieran las atrocidades cometidas por Daesh, pero acusó al gobierno iraquí de no coordinarse con las autoridades kurdas o tomar medidas para evacuar a los yazidíes a un lugar seguro.
El informe afirmó también que el gobierno sirio no impidió traslado y detención de yazidíes en su territorio.
El embajador de Turquía en el Reino Unido, Umit Yalcin, dijo que las críticas eran infundadas e injustas. Dijo que Turquía "desde los primeros años del conflicto en Siria ha desempeñado un papel importante en la protección de los civiles y las minorías sirias, incluidos los yazidíes, en la región de los ataques y abusos de los grupos terroristas".
Y alegó: "Turquía no solo abrió sus puertas y se convirtió en un refugio seguro para millones de sirios y yazidíes, sino que también brindó protección a los pueblos de la región a través de tres operaciones antiterroristas en Siria. Hoy los yazidíes viven en paz en áreas bajo el control de la oposición siria legítima en el noroeste de Siria. Además, el año pasado, muchas familias yazidíes que buscaron refugio en el noroeste de Siria intentaron regresar a sus hogares en el noreste de Siria, pero el PKK/YPG se los impidió".