Moscú y Teherán se necesitan más que nunca
Irán y Rusia consideran que una amplia colaboración bilateral puede conducir a contratos de beneficio mutuo, al tiempo que alivian el impacto de las sanciones.
Esta semana el presidente ruso, Vladimir Putin, visita Teherán y se reunió con los presidentes de Turquía e Irán para discutir el proceso de paz en Siria. Pero en medio de un conflicto a gran escala con Occidente, Siria no parece lo suficientemente importante como para formar la base de uno de los pocos viajes al extranjero del presidente ruso.
La visita de Putin a un aliado en el Medio Oriente inmediatamente después del viaje del presidente estadounidense Joe Biden a la región debe verse en el contexto de las relaciones entre Rusia e Irán.
Desde el estallido de la guerra de Ucrania, el papel de Teherán en la partida de ajedrez estratégico entre Rusia y Occidente se ha vuelto crucial para las políticas geoeconómicas, energéticas y de seguridad de Moscú.
En un sentido más amplio, las relaciones estratégicas entre Moscú y Teherán son el resultado de un entendimiento común entre Putin y el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei, sobre la necesidad de enfrentar los intentos occidentales de imponer un orden regional que favorezca a Occidente. Este entendimiento se materializó por primera vez con su cooperación militar en Siria para preservar el gobierno del presidente Bashar al-Assad y evitar un cambio de régimen en el extranjero por parte de EE.UU. y sus aliados europeos y regionales.
La posición del liderazgo de Irán hacia la guerra de Ucrania muestra que la cooperación con Siria no fue un caso aislado, y que la alineación entre Moscú y Teherán se ha vuelto más profunda desde entonces. Putin ahora ve a Irán como un importante aliado contra Occidente, y recientemente describió sus relaciones bilaterales como “profundas” y “estratégicas”.
Los dos estados han coordinado así sus intentos de enfrentar el unilateralismo económico occidental y las sanciones. Después de que el presidente iraní, Ebrahim Raisi, visitara Rusia en enero, Teherán y Moscú iniciaron una amplia cooperación económica. La guerra de Ucrania y las consiguientes sanciones a Rusia aumentaron aún más la importancia de Teherán para Moscú, que se ha abierto constantemente las puertas del sector económico ruso al estado iraní sancionado.
Eludir las sanciones
Rusia también quiere renovar los contratos para el desarrollo de la industria del petróleo y el gas de Irán, suspendidos en medio de las sanciones de Estados Unidos tras su retirada del acuerdo nuclear con Irán, y vender a la nación persa sistemas avanzados de defensa aérea y aviones de combate.
Al mismo tiempo, según se informa, Irán se ha ofrecido a ayudar a Rusia a eludir las sanciones relacionadas con la guerra, a la vez que busca vender drones de Moscú y ayudar a entrenar a las fuerzas militares sobre cómo usarlos.
Esta cooperación militar y económica sugiere que Irán y Rusia no reconocen las sanciones entre sí, y creen que una amplia colaboración puede conducir a contratos de beneficio mutuo, al tiempo que alivia el dolor de las sanciones.
En las reuniones con los líderes iraníes, además de discutir sus posiciones convergentes sobre la economía global, la guerra en Ucrania y el acuerdo nuclear, se espera que Putin también hable sobre la finalización de un acuerdo estratégico de 20 años entre Irán y Rusia, un acuerdo entre Irán y la Unión Económica Euroasiática, y la finalización de la ascensión de Irán a la Organización de Cooperación de Shanghai .
Enviando un mensaje
Irán necesita el apoyo diplomático y militar de Rusia frente a las amenazas emergentes. Para mantener un nivel creíble de disuasión contra los EE.UU. y sus aliados en la región, y frente a iniciativas colectivas como la “Alianza de Defensa Aérea de Medio Oriente” y las amenazas israelíes, Irán espera recibir armamento ruso avanzado, incluidos radares y aviones de combate.
Los medios alineados con el estado han prometido que si la red regional conjunta de defensa aérea amenaza la seguridad de Irán, “responderá de manera decisiva a los objetivos más cercanos y accesibles”. Este voto seguramente depende de las esperanzas de apoyo diplomático o de hardware ruso. Los líderes de Irán ven la entrega de estas armas en el marco de sus intercambios mutuos de seguridad estratégica con Rusia.
Desde esta perspectiva, Moscú debe proporcionar a Teherán las armas solicitadas a cambio de la asistencia de Irán para mantener y administrar las bases rusas en Siria (donde las tropas rusas han partido para luchar en Ucrania), o para fortalecer el poder táctico de combate aéreo de las fuerzas rusas con las iraníes.
El gobierno de Raisi, cuya estrategia de política exterior pasa por desarrollar las relaciones con Rusia, China y los países vecinos, presentará la visita de Putin a Irán como un resultado simbólico de la diplomacia con potencias no occidentales.
La presencia de Putin en Irán también fortalecerá significativamente la posición de los conservadores frente a los moderados, quienes criticaron ampliamente la visita de Raisi a Rusia a principios de este año .
Como ha señalado el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, Teherán “hará una contribución significativa” al “orden mundial multipolar emergente”.