Estados Unidos es responsable de la violencia en Sudán
Las tensiones entre las partes beligerantes en Sudán aumentaron tras la aproximación de la fecha límite para entregar el poder a un gobierno civil.
Al enfocarnos en la obtención de concesiones y dividir el poder entre los grupos armados para “llegara un acuerdo de paz”, nos convertimos en el único responsable de la violencia en Sudán, reveló la escritora estadounidense Jacqueline Burns.
En su artículo difundido en The New York Times, la también exasesora del enviado especial de Estados Unidos para Sudán y Sudán del Sur refirió el aumento de las tensiones entre las partes beligerantes a partir de la inminencia de la fecha límite para entregar el poder a un gobierno civil.
Para algunos analistas, los movimientos para derrocar al régimen de Omar al-Bashir eran demasiado débiles y desorganizados y no tenían competencias frente a las milicias armadas.
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Si bien para Burns, ello es también un factor potencial para generar violencia, los principales problemas van mucho más allá.
En su opinión, cuando el conflicto en Sudán no terminó tras el Acuerdo Integral de Paz de 2005, la comunidad internacional cayó en un patrón familiar de interminables negociaciones de paz a través de diferentes mediadores.
Por tanto, aquella firma de acuerdos entre grupos armados, no condujo a la paz a corto plazo, y los esfuerzos fueron claramente equivocados, recalcó.
A partir de su propia experiencia, Burns apuntó su familiaridad con ese tipo de proceso, en el cual los líderes de facciones armadas estuvieron siempre más interesados en ver partidos de fútbol televisados junto a la piscina del hotel y programar reuniones para su propio beneficio, en lugar de ocuparse de la violencia contra las personas.
Además, explicó, los interventores internacionales como la Unión Africana y las Naciones Unidas, con el apoyo de los Estados Unidos, la Unión Europea y otros, legitimaron a los grupos armados como agentes del poder o las únicas voces válidas para ser escuchadas.