Rusia rechaza política de doble rasero de EE.UU. sobre Venezuela
La vocera de la Cancillería rusa, Maria Zajarova, se refirió a la reciente decisión del Departamento del Tesoro de Estados Unidos que extendió por tres meses más una licencia para que la compañía Chevron y varias otras empresas trabajen en Venezuela en conjunto con la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). En línea con la política de competencia desleal, estas restricciones tienen como objetivo expulsar a otros jugadores del mercado venezolano, creando beneficios adicionales para los empresarios estadounidenses”, declaró la diplomática.
La portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajarova, condena la política de doble rasero de EE.UU. respecto a Venezuela y en favor de sus intereses.
En declaraciones ofrecidas este jueves, la diplomática rusa se refirió a la reciente decisión del Departamento del Tesoro de Estados Unidos que extendió por tres meses más una licencia para que la compañía Chevron y varias otras empresas trabajen en Venezuela en conjunto con la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). El permiso tenía como plazo seis meses y expiraba el pasado sábado.
“En línea con la política de competencia desleal, estas restricciones tienen como objetivo expulsar a otros jugadores del mercado venezolano, creando beneficios adicionales para los empresarios estadounidenses”, declaró Zajarova.
La diplomática rusa señaló que Moscú quiere que la crisis en Venezuela se resuelva lo más pronto. En ese sentido, subrayó que Rusia apoya los esfuerzos multilaterales para buscar los caminos satisfactorios para resolver la situación en el país suramericano.
Tras la autoproclamación del líder opositor venezolano Juan Guaidó, como “presidente encargado”, Washington congeló todos los fondos de PDVSA y anunció sanciones a la compañía, incluida la congelación de activos por valor de 7 mil millones de dólares y el bloqueo de todos los pagos que emitan empresas estadounidenses cuando compren petróleo venezolano.
Las autoridades venezolanas consideran que las sanciones estadounidenses contra Caracas son parte de una “estrategia fracasada” de la Casa Blanca para sacar a Maduro del poder mediante un golpe de Estado.