El evento constituyó en sí mismo una victoria económica, social, cultural y artística y un desafío al lenguaje de amenazas y chantaje de la administración estadounidense contra los países y empresas participantes, según comentó un reporte de Prensa Latina.

Casi un millón y medio de personas visitaron el recinto ferial durante los 10 días del evento, y recorrieron los pabellones nacionales e internacionales, y también disfrutaron de las diversas actividades culturales, artísticas y sociales organizadas.

Asimismo, se firmaron decenas de contratos con empresas extranjeras, uno de ellos para la exportación de 19 mil toneladas de productos agrícolas sirios, mientras tres compañías rusas firmaron acuerdos con el gobierno sirio para la exploración y producción de petróleo y gas en extensas zonas del país.

Otros acuerdos fueron rubricados y abarcaron la inversión en los sectores de la electricidad, el transporte, la agricultora y la reconstrucción.

Por otro lado, unos 125 medios de comunicación nacionales e internacionales cubrieron las actividades de la feria, considerada como el evento económico más antiguo en la región de Oriente Medio.

La participación internacional este año fue mayor que la edición anterior con unos 38 países y más de mil 700 compañías.

Entre los países participantes figuran Rusia, Irán, Irak, Argelia, Bielorrusia, Sudáfrica, India, Venezuela, Brasil y Cuba, este último con un estand en el que se exhibieron productos de élite de la nación caribeña y muestras de las tradiciones de la isla antillana que atrajeron a miles de visitantes e interesados.

 

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