Rusia y China bloquean resolución de la ONU sobre la provincia siria de Idleb
Rusia y China copatrocinaron otra resolución que estipula que el régimen de alto el fuego no debería aplicarse a las operaciones contra organizaciones terroristas designadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Dos miembros permanentes en el Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia y China, bloquearon una iniciativa propuesta por Kuwait, Alemania y Bélgica que pedía el cese de todas las hostilidades en la provincia de Idleb.
Más temprano en el día, el Consejo de Seguridad de la ONU comenzó una reunión para votar sobre dos resoluciones contradictorias que piden el cese de las hostilidades en el noroeste de Siria: un proyecto de resolución presentado por Rusia y China, y otro de la llamada organización humanitaria troika — Alemania, Bélgica y Kuwait.
El presidente del Consejo de Seguridad de la ONU suspendió la sesión para una consulta adicional sobre los dos proyectos de resolución.
El representante permanente de Siria ante la ONU, Bashar Jaafari, dijo en su discurso que su país está decidido a liberarse de toda ocupación.
"Rechazamos el proyecto de resolución occidental sobre Idleb debido a la falta de consulta con Damasco y por ignorar la presencia de terroristas", apuntó Jaafari.
Señaló que la resolución no aborda la violación de los poderes de ocupación de la soberanía de Siria.
También destacó que Siria había aceptado un alto el fuego y abrió los cruces de Abu al-Dohur y Soran para la salida civil.
Indicó que las organizaciones terroristas atacaron a los civiles para evitar que se fueran a través de los cruces de Abu-Dohur y Soran.
Agregó que el proyecto ignoraba la responsabilidad de los Estados miembros por el regreso de los terroristas y la retirada de cierta nacionalidad para que pudieran mantenerlos en Siria.
Jaafari abordó las relaciones con Kuwait y enfatizó el entusiasmo de Siria por las buenas relaciones con ese país, pero dijo que "esto no significa que no haya kuwaitíes derramando la sangre de los sirios y que ayuden a derramar la sangre siria".
En este sentido, explicó que hay terroristas de cien países que luchan en Siria y ninguna de esas naciones sintieron vergüenza por mencionar tal asunto en informes y discursos de la ONU.
Agregó que el Instituto Carnegie publicó un reporte sobre el apoyo a los terroristas en Siria y todas las informaciones que tiene Siria las ha enviado a los subcomités de las Naciones Unidas para el seguimiento del tema del terrorismo.
También pidió a Kuwait y a los miembros del Consejo que implementen las 12 resoluciones antiterroristas.
El delegado sirio ante las Naciones Unidas concluyó diciendo: "Aconsejamos a los que quieren convertir Al-Tanf en otro Guantánamo (ilegal cárcel de Estados Unidos en la base naval ubicada en esa porción de territorio ocupado a Cuba) que abandonen sus ilusiones".
Por su parte, el delegado de Kuwait respondió a Jaafari y le pidió a Siria que implementara todas las resoluciones, y enfatizó la necesidad de respetar el derecho internacional en la nación del Levante.
En cuanto a la presencia de kuwaitíes en Siria, Al-Otaibi añadió que hay kuwaitíes que luchan con organizaciones en Siria, y Kuwait los condena y evita su presencia.
Destacó que "Kuwait está listo para castigar a cualquiera que tenga vínculos con organizaciones terroristas", según Al-Otaibi, delegado de Kuwait ante la ONU.
A su vez, el delegado ruso ante la ONU, Vasily Nebenzia, dijo que la resolución alegaba tratar la cuestión humanitaria y señaló que dicho proyecto oculta una agenda diferente para salvar a los terroristas de la responsabilidad y permitirles continuar alterando la seguridad de Siria".
Nebenzia describió las cifras de la ONU sobre desplazamiento como incorrectas y preguntó: ¿A dónde van esos números?
También negó que Idleb haya sido testigo de acciones militares. Precisó que su país proporcionó información precisa que muestra el compromiso de Rusia para evitar el choque.
En cuanto al bombardeo de un hospital en Kfar Zeiti, Nebenzia explicó que el bombardeo alcanzó una estación de policía a pocos kilómetros del sitio, y se utilizó como depósito de municiones, pero el hospital en sí no fue bombardeado.
El representante Permanente Adjunto de China ante las Naciones Unidas, Wu Haitao, dijo en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU que el lanzamiento de una Junta de Investigación de la ONU sobre ataques aéreos contra instalaciones civiles en la provincia noroccidental siria de Idleb podría producir efectos adversos en el proceso político en el país.
Wu agregó que el lanzamiento de un proceso político en Siria ayudaría a mejorar la situación humanitaria en el país.
La delegada estadounidense, Kelly Croft, criticó a Rusia y Siria por ataques contra instalaciones civiles en Idleb.
Comentó que "el alto el fuego declarado se usó solo para reagrupar las fuerzas del gobierno sirio", y señaló que el Hospital Kiwan fue atacado, elevando el número de hospitales bombardeados a 52, además de atacar a un centro de los Cascos Blancos
Croft afirmó el apoyo a los esfuerzos de la Junta de Investigación de la ONU como preludio de la rendición de cuentas por crímenes de guerra, y pidió a Rusia y Siria que dejen de atacar centros. También negó una solución militar al conflicto.
Asimismo, confirmó que su país está brindando asistencia a 16 mil residentes del campamento de Al-Rukban y solicitó al gobierno sirio que permita la entrada de convoyes.
Expresó también preocupación por el arresto de miles de refugiados que regresaron de Al-Rukban.
La delegada de Estados Unidos también confirmó el apoyo al proyecto de resolución kuwaití-europeo y su rechazo al proyecto ruso-chino.