El Gobierno de Francia instó a Ankara evitar una operación militar en el noreste de Siria por sus consecuencias negativas en el enfrentamiento a Daesh.

Estamos muy preocupados por las informaciones de una eventual acción, la cual afectaría los intereses de la coalición global antiterrorista, de la que Ankara es parte, precisó la cancillería después de la amenaza del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de lanzar una ofensiva por aire y tierra contra milicias kurdas.

De acuerdo con París, una operación como la anunciada pudiera tener un impacto humanitario significativo y no permitiría a los refugiados regresar a sus lugares de origen.

También golpearía la estabilidad de la región noreste del país levantino y el trabajo de las denominadas Fuerzas Democráticas Sirias para combatir el terrorismo y buscar el retorno a una vida normal, señaló Francia, que apoya abiertamente el cambio de régimen en Damasco.

El Gobierno galo recordó que Daesh pasó a la clandestinidad después de sus derrotas territoriales, pero sigue representando una amenaza seria, escenario que una acción militar turca agravaría.

Las milicias que Turquía pretende atacar, el brazo armado del Comité Supremo Kurdo del Kurdistán sirio, han combatido a los extremistas como punta de lanza de Occidente en el terreno, pero para Ankara son terroristas.

Estados Unidos confirmó la retirada de sus tropas de la zona, abandonando a sus aliados, además de asegurar que no apoyará el eventual ataque.

Por su parte, el Gobierno de Siria exige el fin de la presencia extranjera en su territorio, reclamo reiterado a finales de septiembre en la Asamblea General de la ONU por el canciller Walid al-Moallem.

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