El primer ministro iraquí, Adel Abdul Mahdi, justificó su renuncia como un paso "importante para desmantelar la crisis y calmar la situación en el país".

Señaló que la carta de renuncia responde al discurso de la autoridad religiosa suprema y dadas las difíciles circunstancias experimentadas durante más de dos meses de protestas populares.

Abdul Mahdi dijo que la carta de renuncia "abre el camino para que la Cámara de Representantes estudie nuevas opciones".

También enfatizó que el parlamento estará ansioso por encontrar la alternativa apropiada rápidamente porque las condiciones del país no llevan al gobierno en la conducción de los asuntos diarios.

"Le pido a su estimado consejo que complete el procedimiento de otorgar confianza a un nuevo primer ministro y un nuevo gobierno de conformidad con la ley", añadió.

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Abdul-Mahdi comentó que el gobierno trata las manifestaciones como pacíficas, pero hay quienes son indiferentes y es deber del estado abordarlas.

Agregó que los paquetes de reformas llevaron muchas decisiones extraordinarias. Señaló que las manifestaciones pusieron el concepto de presión sobre el gobierno para lograr reformas.

En un contexto relacionado, señaló que el gobierno tuvo éxito durante el año pasado en mejorar la relación de Irak con todos los partidos internacionales y regionales.

Por otro lado, el ritmo de las protestas en varias ciudades iraquíes aumentó después del anuncio de renuncia de Abdul-Mahdi.

El primer ministro iraquí y el resto de los miembros del gabinete presentaron el texto de sus renuncias en una sesión de emergencia del gobierno celebrada este sábado.

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