Líbano solicita "asistencia técnica" del Fondo Monetario Internacional
El Líbano solicitó oficialmente una asistencia técnica del Fondo Monetario Internacional y, por lo tanto, enviarle una delegación para ayudarlo a preparar un plan económico, monetario y financiero integral para salvar al país de la crisis, y el FMI respondió que estaba "listo para ayudar".
El Fondo Monetario Internacional confirmó que había recibido una solicitud de asesoramiento y experiencia técnica, por parte de las autoridades libanesas y respondió que está "listo para ayudar" y que "cualquier decisión con respecto a la deuda soberana debe ser tomada por las propias autoridades libanesas".
Una fuente del gobierno libanés había informado a Reuters que El Líbano había solicitado formalmente asistencia técnica del Fondo Monetario Internacional.
Según la fuente, El Líbano solicitó al fondo que envíe una delegación técnica para ayudar a preparar un plan económico, monetario y financiero integral para salvar al país de la crisis.
Dijo que la solicitud del gobierno se realizó durante una llamada telefónica al FMI el miércoles, y agregó que se espera que la delegación del fondo llegue a Beirut en los próximos días.
El nuevo primer ministro libanés, Hassan Diab, anunció el martes, antes de obtener la confianza del Parlamento, que la acumulación de crisis en el país requiere tomar "pasos dolorosos" como parte de un plan integral de rescate.
Con vencimientos de deuda próximamente, la reestructuración de la deuda pública y un plan económico de choque en el Líbano bajo la sombra del Fondo Monetario Internacional parece la única vía para salir de la "catástrofe" económica del país, estas fueron las palabras del primer ministro, Hasan Diab.
Paralelamente, la Asociación de Bancos del Líbano dijo hoy que es necesario pagar 1.200 millones de dólares en bonos internacionales con vencimiento en el mes de marzo, es decir, a tiempo para proteger a los depositantes y preservar el lugar del Líbano en los mercados financieros mundiales.
Vale recordar que El Líbano arrastra una deuda pública equivalente al 148% de su PIB, a la cabeza de los más endeudados del mundo, con una tasa de crecimiento que se sitúa en el 0,2 % en 2018, según cifras del Banco Mundial (BM), en un país de seis millones de personas.
Eso llevó el pasado 17 de octubre a miles de personas a salir a las calles a protestar, provocando el derrocamiento del histórico primer ministro, Saad Hariri, y la formación de otro Gobierno "tecnócrata", aunque las movilizaciones continúan y tienen como principal objetivo los bancos.
Desde hace meses las entidades bancarias mantienen controles a la retirada de dinero y ahora los ciudadanos pueden sacar montos de entre 200 a 300 dólares cada 15 días en una economía fuertemente dolarizada, una medida que no ha sido ni siquiera ordenada por el Banco Central.
Vale señalar que las manifestaciones que colmaron varias regiones libanesas contra la imposición de nuevos impuestos y en protesta contra la corrupción y las malas condiciones de vida han disminuido en las provincias, pero aun no se detuvieron en el Centro de la Capital libanesa, Beirut, a pesar de la formación de un nuevo gobierno encabezado por Hassan Diab el 21 de octubre.
El primer ministro, Hasan Diab, que el martes obtuvo la confianza del Parlamento, y el presidente, Michel Aoun, se han reunido en las últimas semanas con representantes del FMI y BM para analizar la situación.
Por su parte, el presidente libanés ha asegurado que hay muchos países, con Francia a la cabeza, que quieren ayudar al Líbano.