Error de EE.UU. intentar independizarse de tierras raras chinas
Estados Unidos quiere reducir su dependencia de las tierras raras chinas que se utilizan para producir artículos de alta tecnología, pero expertos alertan que es un camino destructivo que incluso podría llevarlo al colapso.
El senador republicano Ted Cruz propuso un proyecto para ampliar la producción de tierras raras en la Unión con vistas a sustituir importaciones de esos valiosos elementos en la industria militar.
Esas sustancias son hoy necesarias e imprescindibles para producir casi todos los artículos de alta tecnología, entre ellos teléfonos inteligentes, ordenadores, chips y hasta fuselajes de aviones de combate.
El caza estadounidense F-35, por ejemplo, utiliza con amplitud esos elementos y la industria bélica norteamericana depende en gran medida de China en los suministros de ese componente crítico.
Sin embargo, la iniciativa de Ted Cruz solo llevaría a que Estados Unidos debilite sus lazos con los mercados extranjeros, opinó Mei Xinyu, investigador del Centro de comercio internacional y cooperación económica del Ministerio de Comercio de China.
"Esa política fue una de las razones del colapso de la URSS. Los lazos económicos de la Unión Soviética con otros sujetos de la economía mundial débiles y no les fue posible maximizar los beneficios de su economía. Estados Unidos está siguiendo ahora el mismo camino", comentó el analista chino en declaraciones a Sputnik.
Según Mei Xinyu, si las guerras comerciales continúan a largo plazo, afectarán, en primer lugar, directamente a los intereses de Estados Unidos.
El experto observó que la Unión está acostumbrada a usar su propia tecnología como arma política para utilizarla como chantaje.
En particular, Washington cortó a Huawei y a otras compañías chinas el acceso a la tecnología estadounidense y cree que Beijing actuará de la misma manera.
Desde el principio del conflicto comercial entre la primera y segunda economías del mundo, varios expertos y medios de comunicación hablan sobre posibilidad de que China utilice las tierras raras para presionar a Estados Unidos, si limita el comercio de esa valiosa materia prima y obstaculiza operaciones de todas las industrias de alta tecnología, incluida la militar.
Pero, si China utilizara tierras raras como armas, haría daño a su imagen internacional de proveedor fiable. El gigante asiático podría perder su posición en el mercado mundial, puesto que hay depósitos de tierras raras en Australia, Mongolia, Japón y el propio Estados Unidos.
Por lo tanto, China no jugará esa carta, porque perdería sus ventajas competitivas.
Antes Estados Unidos era el principal productor mundial, pero fue desplazado por China en la década de 1980.
Además, desarrolló en tal nivel esa industria que ahora, según estimaciones, suministra de entre 70 a 90 por ciento de las necesidades mundiales.
Y de otro lado, en el campo del procesamiento de materias primas, el gigante asiático China no tiene análogos.
De 3.000 a 4.000 toneladas métricas mensuales de concentrados de tierras raras extraídas en el depósito de Mountain Pass en California se envían a China para su posterior procesamiento.
Esto se hace únicamente por razones de mercado: China es más eficiente que ningún otro en el proceso de esos productos.
Por eso es poco probable que la iniciativa de Ted Cruz sea viable, vaticinó Mei Xinyu.