Trump suspende vuelos de aerolíneas chinas a EE.UU.
La medida, difundida por el Departamento de Transporte (DOT), se adopta bajo el argumento de que es una respuesta a la negativa de China de permitir que transportistas estadounidenses reanuden sus servicios hacia la nación oriental.
La administración del presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este miércoles que suspenderá los vuelos de pasajeros de aerolíneas chinas a partir del 16 de junio, en una nueva escalada de las confrontaciones con el país asiático.
La medida, difundida por el Departamento de Transporte (DOT), se adopta bajo el argumento de que es una respuesta a la negativa de China de permitir que transportistas estadounidenses reanuden sus servicios hacia la nación oriental.
Esta decisión afectaría las operaciones de las aerolíneas Air China Ltd., China Eastern Airlines Corp., China Southern Airlines Co. y Xiamen Airlines Co, y podría entrar en vigor incluso antes de la fecha anunciada hoy, si Trump así lo decidiera.
Las aerolíneas estadounidenses detuvieron los vuelos a China después de que la administración Trump citó preocupaciones sobre la propagación del coronavirus SARS-Cov-2 e impuso una prohibición de viajes que entró en vigencia a principios de febrero.
Según el DOT, Delta y United esperaban reanudar el servicio hacia el gigante asiático a principios de junio, pero las reglas implementadas por las autoridades chinas efectivamente les impidieron hacerlo.
'El hecho de que el gobierno chino no apruebe sus solicitudes es una violación de nuestro Acuerdo de Transporte Aéreo', expresó la entidad en un comunicado sobre la orden, la cual solo permitiría a las aerolíneas chinas operar un vuelo a Estados Unidos por cada viaje que ese país otorgue a las empresas norteamericanas.
La medida de este miércoles incrementa aún más las tensiones entre los dos países, que ya estaban acrecentadas por conflictos comerciales, la actual pandemia y el tratamiento hacia Hong Kong.
En los últimos meses, el presidente norteamericano culpó a la nación asiática de la propagación del coronavirus, cuyo primer brote se registró en China en diciembre, lo que, para muchas fuentes, es una forma de desviar la atención de la mala respuesta de su propio gobierno a la emergencia sanitaria.
A ello se unieron recientemente las presiones de Washington contra Beijing por el avance de una ley de seguridad nacional para Hong Kong, la cual tiene el propósito de neutralizar la organización y ejecución de actos de terrorismo, secesión, subversión del poder del Estado y de intromisión foránea.
El pasado viernes Trump ordenó a su administración comenzar el proceso para eliminar el trato especial concedido a Hong Kong, con la justificación de que ese territorio chino perdió su autonomía política.
De acuerdo con el diario The New York Times, a solo cinco meses de las elecciones presidenciales, Trump y su campaña han tomado una posición mucho más dura contra China, al culpar a ese gobierno por el coronavirus y por la destrucción de la economía estadounidense.