Mohammed bin Salman, Interpol y el complot para asesinar a Saad al-Jabri
De acuerdo con un artículo de opinión publicado en The Washington Post, tres meses antes del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, la Interpol rechazó el intento del príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman (MBS) de obligar a otro destacado disidente a regresar a Arabia Saudita. Se trata de Saad Aljabri, un ex-alto funcionario de la inteligencia saudita.
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Mohammed bin Salman, príncipe heredero saudita.
De acuerdo con un artículo de opinión publicado en The Washington Post, el 4 de julio de 2018, tres meses antes del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, la Interpol rechazó el intento del príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman (MBS) de obligar a otro destacado disidente a regresar a Arabia Saudita, a quien calificó de políticamente motivado y dijo que la prohibición de viajar contra su familia era injustificada.
Estas conclusiones del organismo mundial de aplicación de la ley pueden ser lo más cercano a un juicio formal de la comunidad internacional de que las medidas adoptadas por el MBS han sido inadecuadas. La Interpol notó la selectividad de su campaña anticorrupción en los arrestos del Ritz-Carlton en noviembre de 2017 dirigidos a la "élite empresarial y mediática".
Según la publicación estadounidense, las declaraciones previamente secretas de la Interpol salieron a la luz en una demanda presentada el jueves en un tribunal del distrito federal de Washington por Saad Aljabri, un exalto funcionario de la inteligencia saudita. Aljabri era el asesor más cercano del principal rival de MBS, el expríncipe heredero Mohammed bin Nayef, conocido como MBN. Después que la solicitud de extradición de los sauditas a la Interpol y otras tácticas de presión creciente fracasaran, según la demanda, MBS envió un equipo "Tiger Squad" para matar a Aljabri en Canadá en octubre de 2018.
Aljabri basa su demanda en dos estatutos estadounidenses, la Ley de Protección de Víctimas de Tortura, que prohíbe las ejecuciones extrajudiciales, y la Ley de Agravios a Extranjeros, que permite a las víctimas de esas operaciones ilegales presentar una demanda en los tribunales estadounidenses.
La demanda contiene una alegación reveladora acerca de por qué Aljabri fue despedido en septiembre de 2015 después de una década como uno de los contactos más valiosos de la CIA en la lucha contra el terrorismo.
Esa denuncia, precisa The Washington Post, alega que Aljabri se reunió en julio con John Brennan, entonces jefe de la CIA, para advertirle que MBS "estaba alentando la intervención rusa en Siria". Dos meses después, Rusia envió tropas y, según la demanda, Aljabri fue despedido en represalia por hablar con Brennan.
Los detalles más sensacionales de la demanda de Aljabri son los mensajes de texto en los que MBS supuestamente intentó atraerlo u obligarlo a volver a Arabia Saudita después de que huyera en mayo de 2017.
MBS al principio sonó conciliador, instando a Aljabri a volver a casa en junio. Cuando Aljabri trató de demorar hasta el 24 de junio, MBS lo presionó para que viniera "unos días antes". El 20 de junio de 2017, la MBS organizó el golpe que depuso a MBN y tomó su lugar como príncipe heredero.
Cuando Aljabri se resistió al intento de MBS de usar a los niños como moneda de cambio, MBS envió un mensaje de texto el 10 de septiembre de 2017, diciendo que "tomaría medidas legales, así como otras medidas que serían perjudiciales para usted", alega la denuncia.
MBS amenazó con extraditar a Aljabri y le advirtió: "No hay ningún estado en el mundo que se niegue a entregarlo". Los sauditas emitieron una orden de detención contra el ex asesor antiterrorista el 12 de septiembre de 2017 y pidieron a la Interpol que la difundiera.
Según el medio norteamericano, la comisión describió "un punto de vista de que SACC opera como parte de una estrategia política de MBS para atacar a cualquier rival político potencial u oposición".
El panel señaló que este esfuerzo podría en efecto luchar contra la corrupción y "establecer el estado de derecho", pero que había "estudiado los análisis que señalan que la SACC ha permitido a MBS consolidar aún más su poder político y económico ya existente".
Al rechazar la solicitud saudita, la Interpol tomó nota de los informes de arrestos, detenciones arbitrarias y torturas de los sospechosos: "La Comisión observó que esas denuncias de abusos y violaciones de las garantías procesales hacen que los procedimientos relativos a los casos de corrupción sean antitéticos a un proceso judicial justo y transparente. Teniendo en cuenta la falta de supervisión judicial y la participación directa de la MBS, la Comisión observó que el contexto en que se enmarca el caso [Aljabri]... es indicativo de elementos políticos".
En cuanto a las prohibiciones de viajar a los dos hijos menores de Aljabri (que fueron detenidos en marzo), la comisión concluyó: "Las medidas restrictivas injustificadas contra los miembros de su familia sugieren que el caso tiene una motivación política y no estrictamente jurídica".
Concluye The Washington Post, que habiendo fallado en sus esfuerzos por obligar a Aljabri a regresar, MBS supuestamente envió al Escuadrón Tigre a Toronto alrededor del 15 de octubre de 2018. Eso fue menos de dos semanas después de que otro Escuadrón Tigre supuestamente asesinara a Khashoggi, otro crítico de la MBS que se negó a las súplicas y amenazas de volver a casa.