La oficina política del movimiento Ansar Allah en Yemen rechazó la incorporación pública de Bahrein al tren de normalización lo que calificó como resultado de un régimen dependiente que vive bajo la tutela estadounidense e israelí.

Ansar Allah señaló que "los regímenes que se apresuran hacia la normalización no representan a sus pueblos y algún día pagarán un caro  precio de la traición".

El movimiento ratificó su apoyo al pueblo de Bahréin en su "lucha por recuperar  su dignidad y la soberanía de su estado y deshacerse del régimen de traición".

Por su parte, el partido Congreso General del Pueblo condenó la decisión de Bahréin, diciendo que tal normalización menos de un mes después de similar  anuncio entre los Emiratos Árabes Unidos e (Israel), confirma la humillación que han alcanzado algunos regímenes árabes en términos de humillación y correr  para satisfacer al enemigo sionista.

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El Congreso General del Pueblo señaló que "la normalización viene dentro del llamado acuerdo del siglo y completa el plan para destruir a los países árabes que estaban y todavía están en el camino de resistir los planes de normalización con el enemigo israelí y conspirar sobre los problemas de la nación".

También pidió a todos los pueblos libres, honestos y de la nación a "condenar, denunciar y rechazar las posiciones de normalización con el enemigo sionista en cualquier forma, ya que esto es una traición a la causa palestina y al pueblo palestino".

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue quien dio a conocer este viernes que Bahréin se uniría a los EAU para concluir un acuerdo con (Israel) para normalizar las relaciones.

A su vez, el mandatario egipcio, Abdel Fattah El-Sisi, acogió con satisfacción este paso de Bahréin.

El canal israelí Kan informó que se espera que el príncipe heredero de Bahréin, Salman bin Hamad Al Khalifa, llegue a Estados Unidos el lunes y anuncie la normalización de las relaciones con (Israel).