Recomiendan a EE.UU. salvar el acuerdo nuclear con Irán lo antes posible
El enfoque de Trump destruyó la credibilidad de Estados Unidos, fracturó cualquier consenso internacional sobre Irán y elevó el costo político interno para que los líderes iraníes puedan considerar un mayor compromiso.
Si Joe Biden es elegido, debía restaurar la línea de base del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, en inglés) o acuerdo nuclear y mover el programa nuclear de Irán a la línea de tiempo anterior y preservar la opción de más negociaciones, recomienda National Interest.
Pero si Biden no lo hace o los esfuerzos para restaurar el pacto se derrumban por deseo de algunas de las partes y se complica demasiado un retorno mutuo limpio al cumplimiento, la República islámica jugará sus últimas cartas, vaticina la publicación norteamericana.
Irán podría reanudar el enriquecimiento a 20 por ciento o más de uranio, reducir su cooperación con los inspectores de la Organización Internacional de Energía Atómica, retirarse del Jcpoa y declarar su intención de retirarse del Tratado de No Proliferación.
Con un enfoque de agenda interna increíblemente sólida para enfrentar al coronavirus, un gobierno de Biden debería ansiar negociaciones iniciales con Irán y restaurar el acuerdo nuclear para acabar con la crisis.
Algunos argumentan que un retorno rápido corre el riesgo de desperdiciar el apalancamiento construido por Trump, que malinterpreta gravemente la situación actual.
Tales argumentos confunden la presión con el apalancamiento y no captan la lección fundamental de las exitosas negociaciones nucleares de 2013-2015, en las cuales la voluntad de Estados Unidos de comprometerse en la cuestión del enriquecimiento y su cohesión a las otras potencias mundiales logró un avance.
El enfoque de Trump destruyó la credibilidad de Estados Unidos, fracturó cualquier consenso internacional sobre Irán y elevó el costo político interno para que los líderes iraníes puedan considerar un mayor compromiso.
Por lo tanto, el apalancamiento estadounidense sobre Irán es más bajo que cualquier otro punto en la memoria reciente.
De manera similar, la política interna de Irán proporciona una mayor claridad sobre la necesidad de urgencia.
Con el líder supremo de la Revolución Islámica, Ali Khamenei, quien expresa escepticismo hacia el compromiso, el fracaso del Jcpoa bajo el presidente Hassan Rouhani, tras un gasto considerable de voluntad política para asegurar el acuerdo, correría el riesgo de romper el frágil consenso interno iraní que apoyó las negociaciones nucleares y disuadir a las futuras administraciones de participar.
Después de las elecciones de junio, una administración de Biden podría verse obligada a tratar con un futuro presidente iraní y negociador nuclear en el molde de Mahmoud Ahmadinejad y Saeed Jalili, quienes eran una combinación particularmente irritante y tóxica para los diplomáticos estadounidenses.
Si bien tal resultado no eliminaría la posibilidad de negociaciones de seguimiento en la segunda mitad de 2021 o más allá, debería proporcionar urgencia para que la administración de Biden salve el pacto multilateral bajo Rouhani y el canciller Mohammad Javad Zarif.