Trump molesto con filtraciones sobre su salud
El presidente Donald Trump está furioso con el jefe de gabinete Mark Meadows después de que este último contradijo la evaluación del médico de la Casa Blanca, Sean Conley, sobre la salud del presidente, dijeron a CNN dos fuentes cercanas al incidente.
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Trump molesto con filtraciones sobre su salud (Foto: AFP)
Meadows es ahora muy conocido por ser la fuente anónima que habló con los reporteros luego de una sesión informativa, al ofrecer una evaluación más grave que Conley lo había dado poco antes.
Ese informe se entregó a un grupo de reporteros por un supuesto funcionario familiarizado con la condición del presidente.
Más tarde, Associated Press y New York Times identificaron a ese funcionario como Meadows.
"Los signos vitales del presidente durante las últimas 24 horas fueron muy preocupantes y las próximas 48 horas serán críticas. Todavía no estamos en un camino claro hacia una recuperación completa", dijo.
Los funcionarios de la Casa Blanca calibraron con cuidado sus declaraciones sobre la salud del presidente durante los últimos días.
La declaración de Meadows culminó un período de 24 horas de mensajes contradictorios del Gobierno plantearon importantes interrogantes sobre el estado de Trump.
CNN informó anteriormente que el presidente no estaba contento con Meadows.
Otro funcionario de la Casa Blanca confirmó que Trump está descontento con Meadows, ya que los asesores ahora consideran que el jefe de gabinete dañó la credibilidad de las reuniones informativas médicas actuales sobre el combate del mandatario con el coronavirus.
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"Conley habló con el presidente antes de informar a la prensa", dijo un funcionario de la Casa Blanca, por lo que es poco probable, indicó, que el médico diga más de lo que el presidente quiere decir.
Durante una conferencia de prensa, Conley pareció culpar a los medios cuando se le preguntó acerca de los comentarios de Meadows que lo contradecían, al explicar que los comentarios del asesor principal habían sido "mal interpretados".
"El jefe y yo trabajamos codo con codo, y creo que su declaración fue malinterpretada. Lo que quiso decir fue que hace 24 horas, cuando él y yo estábamos revisando al presidente, hubo ese episodio momentáneo de fiebre alta y ese descenso temporal en la saturación, lo que nos impulsó a actuar con prontitud para trasladarlo aquí”, comentó, en alusión a transferir a Trump al centro médico Walter Reed.
"Por fortuna, fue un episodio transitorio, un par de horas después ya estaba de vuelta. Leve de nuevo. Ya sabes, nosotros, no voy a especular de qué se trataba ese episodio limitado tan temprano en el curso, pero lo está haciendo bien", agregó.
Trump no abordó los informes contradictorios sobre su condición en un video en twitter, aunque reconoció que los días venideros serían cruciales.
"Solo quiero decirles que estoy empezando a sentirme bien", dijo. "No se sabe durante los próximos días, supongo que esa es la verdadera prueba. Por lo tanto, veremos qué sucede durante los próximos días".
Conley también defendió la decisión de no revelar que al presidente se le administró oxígeno, diciendo que quería "reflejar la actitud optimista del equipo".
"Estaba tratando de reflejar la actitud optimista que ha tenido el equipo, el presidente, su curso de enfermedad. No quería dar ninguna información que pudiera desviar el curso de la enfermedad en otra dirección, y al hacerlo salió bien", apuntó.