No hay paz sin detener el asedio, queremos acciones no palabras, afirma dirigente yemenita
El jefe de la delegación negociadora de Saná, Muhammad Abdul Salam, señaló que la posición de Estados Unidos relacionada con detener la guerra en Yemen "no ha ido más allá de los límites de las palabras y hasta ahora no hemos notado ningún progreso real".
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El jefe de la delegación negociadora de Saná, Muhammad Abdul Salam.
“El asedio impuesto a nuestro país debe ser levantado con acciones, no con palabras", declaró el jefe de la delegación negociadora de Saná, Muhammad Abdul Salam.
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El dirigente yemenita señaló que la posición de Estados Unidos relacionada con detener la guerra en Yemen "no ha ido más allá de los límites de las palabras y hasta ahora no hemos notado ningún progreso real".
En entrevista televisiva, Abdul Salam enfatizó que las fuerzas de agresión no aceptan opciones pacíficas, y "ni siquiera Naciones Unidas se atreve a condenar el bloqueo".
Explicó que las verdaderas opciones pacíficas son "detener la agresión, no prolongarla".
"Todo nuestro pueblo está sitiado, tampoco tiene acceso a los barcos petroleros, además los heridos pueden viajar y los enfermos mueren debido al cierre del aeropuerto", criticó el dirigente yemenita.
En otra parte de sus declaraciones, Abdul Salam pidió a la coalición saudita y a quienes la apoyan que dejen de hablar de humanidad, ya que tal alianza agresora y sus partidarios "son los que bombardean campamentos de desplazados, mercados, bodas, mezquitas, niños, puertos y hospitales, y dejan a 30 millones de personas bajo asedio".
Además, consideró que las fuerzas de agresión contra Yemen "fracasaron política, militar y humanamente".
Enfatizó que a la agresión "no le bastó solo con bombardeos y asedio, sino que ocupó áreas y las convirtió en un punto de partida para operaciones militares como el caso de la gobernación de Marib".
Abdul Salam llamó al pueblo yemenita a "enfrentar la ocupación, especialmente en las áreas de entrenamiento, rehabilitación y operaciones militares como en la gobernación de Marib”.
Agregó que lo que está sucediendo en Marib "no es fruto del momento, ya que ha sido un frente ardiente desde el inicio de la agresión".
Exxplicó que la batalla por Marib es una respuesta a la escalada, y “nos hemos acostumbrado al silencio de la comunidad internacional cuando nuestra gente es aplastada, mientras que somos nosotros los que pedimos el fin de la agresión y el cerco”.