Ataque de EE.UU. en Siria aumenta escalada en Medio Oriente
Siguiendo las instrucciones del presidente Joe Biden, las fuerzas militares estadounidenses llevaron a cabo ataques aéreos contra infraestructuras utilizadas por grupos militantes respaldados por Irán en el este de Siria.
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Ataque de EE.UU. en Siria aumenta escalada en Medio Oriente
Estados Unidos agravó la situación en Iraq al bombardear a las fuerzas de seguridad del gobierno iraquí en el punto fronterizo con Siria, cerca de Abu-Kamal/Al-Qaim.
Como consecuencia un soldado iraquí resultó muerto, aunque hay fuentes que afirman que percieron cerca de 22 efectivos.
Siguiendo las instrucciones del presidente Joe Biden, las fuerzas militares estadounidenses llevaron a cabo ataques aéreos contra infraestructuras utilizadas por grupos militantes respaldados por Irán en el este de Siria.
Estos ataques fueron autorizados en respuesta a los recientes ataques contra el personal estadounidense y de la Coalición en la nación árabe, y a las amenazas en curso para ese personal.
La embestida destruyó múltiples instalaciones situadas en un punto de control fronterizo utilizado por varios grupos militantes respaldados por Irán, incluidos Kait'ib Hezbollah (KH) y Kait'ib Sayyid al-Shuhada (KSS).
Esta respuesta militar proporcionada se llevó a cabo junto con medidas diplomáticas, incluida la consulta con los socios de la Coalición.
La operación envía un mensaje inequívoco: El presidente Biden actuará para proteger al personal estadounidense y de la Coalición.
El último ataque contra unidades estadounidenses en Iraq se produjo el 15 de febrero contra una posición estadounidense en Erbil. Un grupo desconocido de provocadores disparó unos tres pequeños cohetes.
Llamar "defensivo" y "en respuesta" a un ataque con siete bombas de 500 libras contra un puesto fronterizo custodiado por las fuerzas de seguridad oficiales iraquíes contra los ataques del Daesh a cientos de kilómetros de Erbil es, por supuesto, ridículo.
Kataeb Hizbullah al-Iraq (no relacionado con Hizbullah en Líbano) y KSS están bajo el mando del primer ministro iraquí. Se fundaron con ayuda de Irán en 2014 para luchar contra Daesh.
Desde 2018 son fuerzas regulares iraquíes pagadas y equipadas por el gobierno iraquí, no por Irán. Este ataque escalará la situación en Iraq. Ahora están asegurados más ataques contra unidades estadounidenses y otras extranjeras allí.
Junto con los pasos deliberados para complicar más la vuelta al acuerdo nuclear con Irán, este ataque puede verse como una escalada premeditada contra el "eje de resistencia" de Irán, Siria, Hizbullah en Líbano y sus partidarios.
El gobierno de Biden aún no ha aprendido la lección que asimiló Donald Trump cuando se cansó de provocar a Irán y sus aliados. Es la resistencia la que tiene el dominio de la escalada en Medio Oriente.