México y Bolivia piden a OEA abstenerse de injerencias en asuntos internos
Ambos países advierten a Luis Almagro que no tolerarán injerencias en los asuntos internos de los países de la región.
Los presidentes de México, Andrés M. López Obrador, y de Bolivia, Luis Arce Catacora expresaron que una declaración conjunta que no tolerarán injerencias en asuntos internos al referirse a la Organización de Estados Americanos (OEA).
El posicionamiento de ambos mandatarios llegó en ocasión de la visita oficial de Arce a México y en la cual saltó el tema del papel desempeñado por la OEA, en especial su secretario general, Luis Almagro, quien ha sido sindicado por contribuir a la crisis política y social, la cual derivó en el golpe de Estado contra el entonces presidente boliviano, Evo Morales.
Arce, electo en octubre pasado, se asiló en México de noviembre de 2019 a enero de 2020, luego de la instalación del Gobierno de facto en Bolivia, lo cual, durante su participación en una conferencia de prensa conjunta con López Obrador, el miércoles, le agradeció por haberla "cobijado" y "haberse solidarizado" con el "proceso de cambio en Bolivia".
En el comunicado conjunto, los dos presidentes exigen a Almagro, "abstenerse de intervenir en los asuntos internos de los estados miembros" e insisten en la importancia de "promover el carácter exclusivamente técnico, objetivo e imparcial de las Misiones de Observación Electoral" de la OEA.
De igual manera, piden que estas comisiones se limiten a "actuar dentro de su propio marco institucional" y "no intervenir en los asuntos internos de los Estados miembros".
El llamado llega a propósito de la auditoría hecha por una misión del organismo regional de los resultados de los comicios donde Morales resultó reelecto el 20 de octubre de 2019. En aquel momento, el 10 de noviembre, la OEA emitió un informe preliminar, sin que aún se conociera el escrutinio final, donde instaba a anular y repetir los comicios en medio de las manifestaciones organizadas por la oposición, que desconoció la victoria del líder del Movimiento al Socialismo (MAS).
Tras la difusión de ese documento, el cual avivó el clima de tensiones generado por los líderes opositores y las amenazas contra los seguidores de Morales, el entonces comandante de la Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, le exigió la renuncia al mandatario, que dimitió para "evitar un baño de sangre", como lo reconoció entonces.
Días después de la renuncia forzada del presidente, Almagro afirmó en una reunión del Consejo Permanente de la OEA que en Bolivia ocurrió un golpe de Estado "cuando Evo Morales cometió fraude electoral".
El Gobierno mexicano hizo un llamado a la secretaría general de la OEA a evitar confrontarse con un gobierno electo democráticamente como lo es el de Bolivia.