Turquía correrá peor suerte que Riad y sus aliados si interviene en Yemen
"Si los soldados turcos entran en suelo yemenita, tendrán un destino peor que el de los agresores que les precedieron", declaró el jueves Abdul Wahab al-Mahbashi a la agencia de noticias iraní IRNA.
El miembro del Consejo Político Supremo de Yemen, Abdul Wahab al-Mahbashi, afirmó que tras la dura derrota de Arabia Saudita en su guerra contra el empobrecido Estado, una posible intervención militar de países como Turquía no es una medida inteligente, y advirtió que el destino que le espera a Ankara no será mejor que el de Riad.
"Si los soldados turcos entran en suelo yemenita, tendrán un destino peor que el de los agresores que les precedieron", declaró el jueves Al-Mahbashi a la agencia de noticias iraní IRNA.
Las declaraciones se produjeron a raíz de los informes de los medios de comunicación que afirmaban que cientos de vehículos y equipos militares turcos habían sido transferidos a algunos puertos africanos, desde donde serían enviados a Yemen.
"Con todo el dinero del petróleo en su poder, los medios de comunicación y los mercenarios de Estados Unidos y de los árabes del Golfo fueron derrotados en Yemen y se vieron obligados a retirarse y a encontrar una forma de salir del atolladero creado por ellos mismos", dijo Mahbashi.
"Si Turquía entra en el campo de batalla en Yemen, es una señal de que el país no se rige por la sabiduría y la prudencia, y que los funcionarios turcos sufren de irracionalidad y miopía".
El funcionario yemenita también predijo que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan no desplegará tropas en Yemen, sino mercenarios, el mismo escenario que implementó en Libia.
"Erdogan fracasó en Siria, que limita con Turquía (...), por lo que una intromisión turca en Yemen acercará definitivamente a Erdogan a ser derrocado por la nación turca", añadió.
"Invadir Yemen no tendrá un final feliz para el propio Erdogan, así como para el gobierno y el ejército del país", subrayó.
Arabia Saudí lanzó una devastadora agresión militar contra Yemen en marzo de 2015 en colaboración con varios de sus Estados aliados y con el apoyo armamentístico y logístico de Estados Unidos y varios países occidentales.
El objetivo era devolver al poder a un antiguo régimen respaldado por Riad y aplastar al movimiento hutí Ansar Allah, que ha estado dirigiendo los asuntos del Estado en ausencia de un gobierno efectivo en Yemen.
La guerra no ha logrado sus objetivos, pero ha matado a decenas de miles de yemeníes inocentes y ha destruido la infraestructura del país.
Las fuerzas yemenitas han ido de menos a más contra los invasores dirigidos por Arabia Saudita y han dejado a Riad y sus aliados empantanados en el país.