Líder civil destituida de Myanmar recibe nuevos cargos penales
Suu Kyi "ha sido acusada de nuevo en virtud del artículo 25 de la ley de gestión de catástrofes naturales", dijo su abogado Min Min Soe después que participara a través de una conexión de vídeo en una audiencia judicial en línea en la capital, Naypyidaw, el lunes.
Aung San Suu Kyi, la líder civil destituida de Myanmar, ha recibido nuevos cargos penales, mientras continúa la dura represión contra sus partidarios en todo el país.
Suu Kyi "ha sido acusada de nuevo en virtud del artículo 25 de la ley de gestión de catástrofes naturales", dijo su abogado Min Min Soe después de que participara a través de una conexión de vídeo en una audiencia judicial en línea en la capital, Naypyidaw, el lunes.
"Ha sido acusada en seis casos en total: cinco cargos en Naypyidaw y uno en Yangon", señaló el abogado.
Min Min Soe dijo que Suu Kyi, que está bajo arresto domiciliario en Naypyidaw, parecía estar en buen estado de salud a través de la videoconferencia.
La premio Nobel, de 75 años, ha pedido al tribunal que se le permita reunirse con sus abogados en persona.
Mientras tanto, sus partidarios han protagonizado protestas diarias en todo el país desde el golpe militar del 1 de febrero, exigiendo la liberación de Suu Kyi y la restauración del gobierno civil.
Las fuerzas de la junta han aplicado técnicas de mano dura, como el uso de balas de goma, balas reales, granadas y encarcelamiento para reprimir a los manifestantes.
En uno de los días más sangrientos de los disturbios hasta ahora, el viernes las fuerzas de seguridad mataron a más de 80 manifestantes en la ciudad sureña de Bago.
Más de 700 civiles han muerto en el espacio de sólo 70 días desde el golpe, según el grupo de seguimiento de la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos.
El grupo de defensa de los derechos humanos afirmó que más de 3 mil personas han sido detenidas en este periodo.
A pesar de la dura represión, los manifestantes siguen reuniéndose y el lunes -la víspera de las celebraciones del año nuevo budista en Myanmar- estallaron nuevas protestas en la segunda ciudad más grande, Mandalay, así como en Kalay, en el norte. En el principal centro de negocios, Yangon, se incendiaron varios autobuses de transporte urbano.
La sangrienta represión por parte de las fuerzas de seguridad bajo el mando de la Junta ha sido objeto de una amplia condena internacional y de llamamientos a la moderación, así como de sanciones por parte de algunos países a las fuerzas armadas de Myanmar y a sus amplios intereses comerciales.
Myanmar estuvo gobernado por los militares hasta 2011, cuando Suu Kyi puso fin al gobierno de la Junta e introdujo lo que se presentó como reformas. Antes había estado bajo arresto domiciliario.
Sin embargo, su partido cultivó estrechas relaciones con los militares desde el principio de su actividad y formó una alianza con altos cargos militares. Los apoyó en una campaña mortal de genocidio contra la comunidad musulmana rohingya en el estado occidental de Rakhine.
Suu Kyi también defendió las atrocidades militares contra los rohingya ante el máximo tribunal de la ONU en La Haya en diciembre de 2019.