ONU advierte de una "catástrofe de derechos" en Myanmar
"En poco más de cuatro meses, Myanmar ha pasado de ser una frágil democracia a una catástrofe en materia de derechos humanos", afirmó Michelle Bachelet en un comunicado el viernes, en el que pedía que se detuviera la ya creciente violencia en el país para evitar una pérdida de vidas aún mayor.
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ONU advierte de una "catástrofe de derechos" en Myanmar.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha expresado su preocupación por la escalada de violencia en Myanmar, y ha advertido de la profundización de la crisis humanitaria tras el golpe de Estado del 1 de febrero en el país.
"En poco más de cuatro meses, Myanmar ha pasado de ser una frágil democracia a una catástrofe en materia de derechos humanos", afirmó Michelle Bachelet en un comunicado el viernes, en el que pedía que se detuviera la ya creciente violencia en el país para evitar una pérdida de vidas aún mayor.
Los comentarios se producen mientras la Junta Militar continúa con su brutal represión de los manifestantes en medio de un aumento de las manifestaciones diarias contra el golpe de Estado en el país.
Bachelet señaló que la junta militar "tiene el deber de proteger a los civiles". Añadió que es "singularmente responsable" de la actual crisis en Myanmar y debe rendir cuentas.
Señaló los informes sobre la concentración militar en varias regiones de Myanmar y el uso de la fuerza letal contra los civiles, e instó a la comunidad internacional a que exija inmediatamente a la junta militar que ponga fin al escandaloso uso de la artillería pesada contra los civiles y "respete el principio de distinción".
"Las fuerzas de seguridad del Estado han seguido utilizando armamento pesado, incluidos ataques aéreos, contra grupos armados y contra civiles y objetos civiles", dijo.
"No parece haber esfuerzos hacia la desescalada, sino más bien una acumulación de tropas en áreas clave", lamentó, y añadió que la violencia es especialmente intensa "en áreas con importantes grupos étnicos y religiosos minoritarios".
La jefa de derechos de la ONU señaló además "informes creíbles" de que las fuerzas de seguridad han utilizado a civiles como escudos humanos, han bombardeado casas civiles e iglesias y han bloqueado el acceso a la ayuda humanitaria, incluso atacando a trabajadores humanitarios.
Apuntó que más de 108 mil personas han huido de sus hogares en el estado oriental de Kayah, donde los enfrentamientos se han intensificado en las últimas semanas, y subrayó que muchas de las personas que han huido a las zonas boscosas necesitan urgentemente ayuda humanitaria.
Esto se produce cuando el relator especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos en Myanmar ya ha advertido de "muertes masivas" por inanición y enfermedades en el este del país, donde los combates continúan entre los grupos rebeldes y la Junta.
En otra parte de sus declaraciones, Bachelet denunció la detención de activistas antigolpistas, periodistas y opositores al régimen militar, diciendo que al menos 4 mil 804 personas permanecen detenidas arbitrariamente, citando fuentes creíbles.
También se mostró alarmada por los informes sobre la tortura de los detenidos. Afirmó que los militares están calificando a sus opositores de "terroristas" en lugar de liberar a los prisioneros e iniciar el diálogo acordado.
Myanmar está sumida en la confusión desde que los militares derrocaron a la líder de facto del país, Aung San Suu Kyi, en un golpe de Estado y la detuvieron a ella y a otros altos cargos del partido gobernante, la Liga Nacional para la Democracia (LND), el 1 de febrero.
La junta, que ha declarado un año de emergencia en todo Myanmar, alega que tomó el poder tras constatar que hubo fraude en las elecciones celebradas tres meses antes, que la LND había ganado por goleada.
Desde entonces, los militares de Myanmar se esfuerzan por imponer el orden. Cientos de miles de personas han celebrado numerosas protestas contra los golpistas en el país del sudeste asiático, exigiendo la liberación de Suu Kyi y los demás detenidos.
Casi 850 personas han muerto y otras miles han sido detenidas por las fuerzas militares, según el grupo de defensa de la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos (AAPP).
En medio de la brutal represión, algunos lugareños, especialmente en los municipios que han sufrido un elevado número de muertes, han formado "fuerzas de defensa" para proteger a los civiles.
En sus declaraciones del viernes, Bachelet también pidió a las fuerzas de defensa del pueblo y a otros grupos armados que "tomen todas las medidas posibles para proteger a los civiles".