"La seguridad es una línea roja, y el ejército no permitirá que se altere la seguridad de Baalbek o de cualquier otra región, sean cuales sean los costos y sacrificios", declaró el comandante del ejército libanés, general Joseph Aoun.

“Todo el mundo sabe que la institución militar es la única que sigue activa, y el ejército es el disuasivo del caos", agregó.

Hizo hincapié en que "la gente de Baalbek es gente pacífica y aquellos que violan la seguridad no tienen ninguna cobertura política de ninguna parte". 

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"Los hijos de Baalbek son nuestros hijos, y pedimos a las personas buscadas que se entreguen para arreglar sus asuntos legales. De lo contrario, el ejército está listo y la sangre de los soldados no será en vano", declaró.

El general Aoun se refirió a la situación actual y dijo: "Parece que el momento está empeorando, porque estamos enfrentando un destino de crisis, política y social. Nuestra responsabilidad es grande en esta etapa, y requiere de nosotros preservar la seguridad y estabilidad de la Patria, y evitar el caos".

El Comandante del Ejército, General Joseph Aoun, inspeccionó las unidades del ejército desplegadas en la Bekaa, e informó sobre la situación de seguridad y cómo implementar las misiones operativas.

A su vez, el presidente Michel Aoun dijo que "El Líbano superará circunstancias difíciles. Nada debe frustrar a los libaneses a pesar de la crueldad a la que están expuestos. Haré todos los esfuerzos posibles para salir de las sucesivas crisis".

El pasado jueves, el primer ministro designado libanés, Saad Hariri, renunció ante el presidente libanés Michel Aoun, a formar un nuevo gobierno.