Presidente Ashraf Ghani abandona Afganistán
El grupo armado dijo que instruyó a sus combatientes para abstenerse de ejercer la violencia y ofrecer la salida segura a quienes deseen abandonar Kabul.
Las últimas noticias reportan que el presidente afgano Ashraf Ghani aceptó renunciar y ha abandonado el país. Un funcionario declaró que fue para Tayikistán, coronando el rápido impulso de los militantes por el poder.
Entre tanto un dirigente del Ministerio del Interior dijo que se había ido a Tayikistán. La oficina del presidente "no puede decir nada sobre el movimiento de Ashraf Ghani por razones de seguridad".
Un representante de los talibanes señaló que el grupo estaba verificando el paradero del mandatario.
"Los combatientes talibanes deben estar en alerta en todas las entradas de Kabul hasta que se acuerde una transferencia de poder pacífica y satisfactoria", señala Reuters.
El grupo armado dijo que instruyó a sus combatientes para abstenerse de ejercer la violencia y ofrecer la salida segura a quienes deseen abandonar Kabul.
También se supo que el ministro afgano del Interior, Abdul Sattar Mirzakwal, aseguró que habrá un "traspaso de poder pacífico" a un gobierno de transición.
Señala Reuters que Ali Ahmad Jalali, un académico con sede en Estados Unidos y exministro del Interior podría ser nombrado jefe de una administración interina en Kabul, dijeron tres fuentes diplomáticas, aunque no estaba claro si los talibanes estaban de acuerdo.
La Agencia afgana Awa reporta que el presidente Ashraf Ghani se reunió hoy con una delegación que representó a los Talibanes y discutieron el proceso de transferencia de poder.
Por el momento, la calma reina en Kabul mientras los talibanes y el gobierno se preparan para mantener conversaciones.
Los talibanes colocaron este domingo a sus fuerzas en las afueras de la capital afgana desde todos los flancos, casi 20 años después de ceder el poder tras una invasión dirigida por Estados Unidos.
Según analistas la relampagueante ofensiva talibán representa la derrota militar de Estados Unidos, que deja a esta nación centroasiática en peores condiciones de las que tenía en octubre de 2001 cuando Washington invadió el país.
Estados Unidos comenzó la guerra en Afganistán después de los ataques a las Torres Gemelas del 11 de septiembre en Nueva York, en una supuesta cruzada contra el terrorismo.
Informes de la ONU, este año casi 360 mil afganos fueron desplazados por el conflicto y el total asciende a varios millones de personas refugiadas y más de 150 mil civiles muertos y numerosos heridos desde el inicio de la larga guerra.
Estados Unidos gastó en dos décadas de cruentos combates miles de millones de dólares anuales del contribuyente estadounidense.
Hace unos días el presidente estadounidense Joe Biden dijo que los 20 años de hostilidades bélicas significaron la muerte para tres mil soldados de EE.UU. mientras 30 mil resultaron heridos.
Los diplomáticos estadounidenses fueron evacuados de su embajada en helicóptero después de un avance relámpago de los militantes.
Los combatientes talibanes estaban llegando a la capital "de todos lados", dijo a Reuters un alto funcionario del Ministerio del Interior afgano. Sin embargo, no hubo informes de enfrentamientos.
Conocidos durante su pasado gobierno por mantener a las niñas fuera de la escuela y su práctica estricta de la ley islámica, incluidos los castigos de amputación, lapidación y ahorcamiento, los talibanes parecen estar tratando de proyectar un rostro más moderno.
Otro portavoz, Suhail Shaheen, dijo que el grupo protegería los derechos de las mujeres, así como las libertades de los trabajadores de los medios de comunicación y diplomáticos.
"Le aseguramos a la gente, particularmente en la ciudad de Kabul, que sus propiedades, sus vidas están a salvo", dijo Shaheen a la BBC, agregando que se esperaba una transferencia de poder en unos días.
La facilidad del avance de los talibanes, a pesar de los miles de millones de dólares gastados por Estados Unidos y otros países para fortalecer las fuerzas del gobierno local afgano, ha asombrado al mundo.
También se reportan intensos debates en Washington entre republicanos y demócratas por lo que está sucediendo en Afganistán. Algunos comparan este suceso con la salida de las tropas estadounidenses de Saigón, en Vietnam.