En busca del espía chino: Piden en EEUU fin de controvertido programa heredado de la era Trump
La Iniciativa China asume que cualquiera mínimamente vinculado tiene incentivos para violar la ley en beneficio del país asiático y como resultado de ello han ocurrido aquí una serie de persecuciones y juicios arbitrarios, según reportan medios locales.
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En busca del espía chino: Piden en EEUU fin de controvertido programa heredado de la era Trump
Un grupo de profesores de la Universidad de Stanford pidió al Departamento de Justicia poner fin a un programa racista denominado Iniciativa China nacido durante la administración de Donald Trump.
Los docentes del alto centro de enseñanza de California instaron a “dejar de buscar espías chinos en las universidades de Estados Unidos”, con lo cual se unieron a los esfuerzos de organizaciones de derechos humanos que abogan por el cese del controvertido programa.
La Iniciativa China asume que cualquiera mínimamente vinculado tiene incentivos para violar la ley en beneficio del país asiático y como resultado de ello han ocurrido aquí una serie de persecuciones y juicios arbitrarios, según reportan medios locales.
Desde 2018, esos casos fueron investigados bajo la polémica medida de Trump, que tiene el objetivo de detectar, procesar y detener el presunto espionaje económico vinculado a Beijing.
Aunque la Casa Blanca considera que este programa es necesario para combatir lo que el director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Christopher Wray, define como "la mayor amenaza a largo plazo" para Estados Unidos, es creciente el rechazo de activistas, juristas y expertos en seguridad nacional.
Para quienes se oponen al programa heredado de la era Trump, este se basa en pocos fundamentos, posee una eficacia limitada y alimenta la elaboración de perfiles raciales a gran escala que dañan profundamente a la comunidad científica estadounidense.
EL CASO DEL PROFESOR HU
En abril de 2018, el profesor canadiense de origen chino de la Universidad de Tennessee (UT, en Estados Unidos) Anming Hu, recibió una inesperada visita del FBI.
Los agentes querían saber si había participado en el "programa de talentos" del Gobierno chino, que ofrecía incentivos a investigadores extranjeros para llevar su trabajo a las universidades chinas.
No mucho antes, las universidades estadounidenses animaban a sus académicos a establecer vínculos con instituciones chinas mediante programas de talento, pero el Gobierno de Estados Unidos empezó a sospechar de estos programas, al verlos como una presunta herramienta de reclutamiento de espías que Beijing podría usar para robar la tecnología sensible.
Hu les respondió que no había participado en ningún programa de talentos y los agentes se fueron. Pero algo menos de dos años más tarde, acudieron de nuevo, esta vez para arrestarlo. Alegaron que había defraudado a la NASA, y por lo tanto al Gobierno de Estados Unidos, al ocultar deliberadamente su vinculación con una universidad china.
Hu es uno de las docenas de científicos, en su mayoría de ascendencia china, a quienes el Gobierno de Estados Unidos ha investigado a lo largo de los años con acusaciones sobre ocultar sus conexiones con China.
Cuando el caso llegó a juicio, los cargos contra Hu no eran de espionaje económico —el motivo original de la investigación— sino seis cargos de fraude electrónico y declaraciones falsas basadas en un único formulario administrativo de la UT que el FBI afirmaba que Hu había rellenado incorrectamente para ocultar su relación con la Universidad de Beijing de forma intencionada.
El Departamento de Justicia de EE. UU. ha señalado que todavía está pensando sobre sus próximos pasos, que podrían incluir volver a llevar el caso a juicio.
Independientemente de si el Gobierno continúa persiguiendo a Hu, muchos académicos preocupados creen que su caso confirma un cambio en los objetivos del programa Iniciativa China, sin proporcionar respuestas claras sobre cómo evitar las sospechas.
"Es simplemente impactante. El estándar para poner a alguien en la cárcel y acusarlo de delitos graves, destruyendo su vida y su carrera es increíblemente bajo", admite el profesor de la escuela de negocios del MIT Yasheng Huang, que reunió a un grupo de académicos, conocido como Asian American Scholar Forum, para discutir estos temas después del arresto de su colega y director del departamento de Ingeniería Mecánica del MIT, Gang Chen, por fraude de subvenciones bajo la Iniciativa China.
En un comunicado de prensa, el presidente de la organización sin ánimo de lucro United Chinese Americans, Jinliang Cai, afirmó: "Este juicio ha puesto literalmente a prueba la Iniciativa China del Gobierno federal. Creo que el Gobierno debe investigar a fondo toda la serie de inquietantes problemas de nuestras propias agencias de aplicación de la ley, que se han revelado en este juicio".
El programa Iniciativa China se lanzó en noviembre de 2018, en medio del creciente proteccionismo económico de la administración del expresidente Donald Trump y su guerra comercial con China.
Los casos de espionaje económico contra China ya se habían acelerado bajo la administración del anterior presidente, Barack Obama, con el enfoque en perseguir el robo de secretos comerciales.
Pero el nuevo programa buscaba poner aún más recursos detrás del asunto. Fue el primer programa gubernamental dedicado a perseguir el espionaje realizado por un país concreto.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos aseguró que China representaba una especial amenaza para la superioridad económica y tecnológica de Estados Unidos, y el entonces fiscal general William Barr afirmó más tarde que el país ejercía "una agresiva y orquestada campaña por parte de todo el Gobierno (de hecho, de toda la sociedad)... para superar a Estados Unidos como la prominente superpotencia tecnológica mundial".
Según esa explicación, China dependería de "colectores no tradicionales", incluidos empresarios, académicos, estudiantes, turistas o cualquier persona que el Departamento de Justicia de Estados Unidos califica como "nexo con China", para recopilar pequeños fragmentos de inteligencia.
Estados Unidos tenía que responder, según Barr, con su propio enfoque gubernamental coordinado.