El líder de Asa'ib Ahl al-Haq y de la coalición  Al-Fatah, Hassan Salem, dijo: "Las elecciones fueron una farsa, y un plan internacional apuntó a Iraq y hubo fraude y robo de votos por medio de servidores".

Hassan Salem agregó, en entrevista con Al Mayadeen, que "el complot contra Iraq es un plan estadounidense-sionista-británico, con la ayuda de los regímenes del Golfo. El proceso electoral se gestionó desde el exterior y desde Estados Unidos.

 "Detrás de este proceso hay otros peligros que amenazan a Iraq, incluida la aprobación de la normalización y la disolución de las Fuerzas de Movilización Popular", destacó.

Señaló que hay presiones externas para que no se repitan las elecciones, destacando que "las facciones de la resistencia se enfrentan a los planes trazados contra el país".

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El movimiento iraquí de Asa'ib Ahl al-Haq, que participó dentro del bloque Sadiqoun, anunció ayer miércoles que "Emiratos Árabes Unidos es el principal actor en la manipulación de las recientes elecciones parlamentarias".

Salem dijo que "estas elecciones producirán un gobierno débil, lo que reflejará la debilidad en general en Iraq".

Por su parte, el líder de la Plataforma Iraquí, Adnan al-Danbous, culpó a los bloques políticos de la disminución de la participación en las elecciones.

Añadió: "En 2003, derrocaron a Iraq como estado, no solo al régimen de Saddam Hussein. Hay presiones locales e internacionales que desempeñan un papel en los resultados de las elecciones", y explicó que "el sistema presidencial es el más apropiado para el pueblo iraquí ".

El Comité Preparatorio de las Manifestaciones, que rechazó los resultados de las elecciones parlamentarias en Iraq, había pedido previamente al gobierno iraquí que adoptara el mecanismo manual de recuento y clasificación en cualquier elección futura, y también pidió una revisión de la actual ley electoral.